Celo

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Toda pero toda la semana Max había evitado a Bradley por desgracia en química no se salvaría y tendría que verlo a la cara si o si.
Esa mañana todo le había salido fatal, su despertador no sonó y tuvo que pelearse con sus amigos haber quien se bañaba primero y por desgracia el fue último, apenas y pudo desayunar y corrió ya que llegaba tarde a clases, en el camino chocó contra un chico el cual derramó su café en la camisa de Max, el morocho se disculpó rápidamente y le tuvo que pagar su café al joven y de nuevo a correr.

—Señor Goof llega tarde—Max se disculpó con su maestra y está lo dejo pasar, por desgracia su día no lo dejaría descansar—Examen sorpresa chicos—Todos bufaron molestos y Max se rindió ese no sería su día.

En la hora de descanso en la cafetería, vio lo que había de comida y nada le gustaba, pero un burrito fue lo que más le llamó la atención, estaba detrás de un chico formado quien ya había obtenido su orden.

—Un burrito de favor—El señor lo miro con pena—Uy chico el último se le acaba de llevar el chico de haya—Señaló al joven que había estado adelante de él.

Max rendido pidió un sándwich, había buscado una mesa y al fin encontró a su amigos quienes habían alzado la mano para que los viera.

—Mi día inicio de la mierda—Les dijo Max cansado y eso que todavía le falta una clase y la cual le daba miedo, Química—Te levantaste con el pie izquierdo amigo y tu vibra esta muy pesada hoy— le dijo Bobby  y Max lo miro haciendo una mueca por lo que él mismo dijo.

—Tranquilo Max sólo falta una clase y el día habrá terminado y podremos ir a patinar para relajarte —Pj siempre sabía que decir—Gracias por los ánimos Pj—.

Comieron tranquilos sin ningún problema algo que alivio a Max, no quería más manchas en su ropa además del café que cayó en su playera en la mañana.

Por desafortunada de Max no podía hacer que la clase de química no se llevara acabo, camino tranquilo y al llegar vio a todos con ropa cómoda parecida a ropa de exploración.

—¿Por que están todos vestidos así Laura?—La chica pelirroja lo miro y respondió—¿No recuerdas que hoy es día de práctica de campo? El
Profe lo dijo desde la semana pasada—Max de verdad que no podía odiar más de lo que odio su primera vez en patineta.

—Bien veo que están todos, espero y pueda moverse bien y cómodamente señor Max—Este sonrió apenado— Iran en parejas a buscar esta lista de plantas y hongos en el bosque, no se alejen mucho y les daremos una alarma por si necesitan ayuda o están en problemas— El Profesor empezo a entregar el pequeño aparato a cada pareja.

Max buscaba con la mirada a Brardley y este no se encontraba por ningún lado—Señor Max estará con Laura y su pareja el señor Bradley no se encuentra  hoy por su ciclo de calor—.

Max agradecía que esos días para el omega hayan llegado, no sabía ni que diría en su presencia, todo estaba yendo bien por primera vez en el día y se sentía tranquilo al fin.

Su mente se sentía un poco perturbada y es que no había podido dejar de pensar en Bradley y el cómo la estaba pasando, el quería ir, sabía que no era vulnerable a los ciclos de calor de Omegas y es que había pasado por dos situaciones donde ayudó a Omegas en estado de ciclo y jamás sus feromonas le habían afectado, por eso lo había catalogado con un beta.
Sabía por amigo que la pasaban horrible, no podían comer bien y beber, su cuerpo les dolía y apenas y podían ponerse de pie estando días sin bañarse.

No sabía ni porqué pero sus pies lo habían llevado a un mini súper, compró varios chuches y en la farmacia pidió inhibidores para celo, con valentía llegó al edificio donde residía el castaño y cuando estuvo en su puerta está desapareciode la nada.

Suspiro para relajarse y tocó tres veces, escuchó movimientos y quien le abrió la puerta fue un cuerpo robusto que conocía bien—Max ¿Que haces aquí?— El morocha sonrió —Vine a darle esto a Bradley supe que... bueno está en su ciclo—El grandote acepto la bolsa que había extendido Max.

—Gracias pero el no puede salir pero se lo daré yo—Eso molesto al morocho pero no pudo más que resignarse–Bueno dile—.

A su nariz había llegado un dulce olor, su cuerpo sintió vibrar y su mente quedó en blanco. Sus manos empezaron a sudar y una corriente corrió por toda su columna, empezó a respirar erráticamente y eso lo notó Tanque, quien se empezó a angustiar por el chico.

—¿Estas bien?—Le tocó el hombro pero este gruñó—Es mío—El grandote no entiendo y cuando este alzo la mirada sus pululas estaban dilatadas y ahí supo que pasaba—¡Dios! Eres un Alfa, tienes que irte—Se puso rígido y tenso para que no pueda pasarlo y ir por su amigo.

Un olor abrazador a ácido inundó la nariz de tanque dejándolo casi sin aliento, ese alfa había usado su aroma para marcar territorio —Ese Omega es mío—.

Max había entrado en un trace que empezó a gruñir y mostrar sus grandes colmillos, Tanque trago duro al verlo así pero no desistió de su postura—Max no te dejare entrar—.

Un nueva ola de feromonas y otro gruñido salió de Max, tanque no pudo más que usar su fuerza—Lo siento amigo pero es lo mejor—Golpeó a Max dejándolo noqueado lo cual funcionó ya que este no se había movido por estar tan centrado en marcar territorio.

Busco el celular del chico rápidamente y busco el
Primer contacto que aparecía el cual decía PJ, marco y le explicó al chico la situación, los amigos del morocha fueron por el y un aroma muy fuerte gobernaba por el lugar pero este ya se estaba dispersando.
Se lo llevaron y encerraron en su habitación y cuidándolo, no sabían como era los celos de alfa porque no habían convivido con ninguno y solo se relacionaban con puros Betas pero trataron de hacerlo mejor hasta que su amigo despertara y les explicara que había pasado para que entrar en ciclo de calor cuando nunca había experimentado estos.





—Tanque...—El grandote escuchó el apenas audible sonido de su amigo—Voy—Fue con su amigo y este se veía con las mejillas rojas, su ropa se pegaba a su cuerpo por el sudor y sus ojos tenían unas cuantas lagrimas, ni podía estar de pie.

Bradley apenas y podía pensar pero cuando captó el aroma ácido a naranja este le pareció lo más excitante que habían captado sus fosas nasales, se acercó a su amigo y empezó a olfatearlo y a restregarse en este.

—Este es mi alfa ¿Donde está? quiero más—Tanque se sentía un poco incómodo y mejor se quitó la camisa y se la entregó, cuando el castaño la obtuvo ronroneo de felicidad.
Se acosto de nuevo en el nido que había hecho con ropa de él y de su amigo y el grandote no podía creer lo que había pasado.

—Amigo creo que si existe el destino—Tanque había escuchado siempre en su infancia sobre los destinados pero estos eran muy raros y solo había un 10% de que se contrata uno en un millón, algo relativamente casi imposible pero sus ojos ahora veía que si existían.

—Si tu padre se entera que encontraste tu destinado no se que pasar contigo pero estaré a tu lado baby—Se quedó con su amigo vigilando que estuviera bien y cómodo.

Recordó la bolsa y ahí vio varias frituras y médicamento—Parece que es mutuo amigo—Río un poco por como la vida era rara, divertida y extraña.

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