Frustración

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Los días habían pasado a ser una semana y la competencia de juegos extremos había empezado, amigos como familiares de las grupos en competencia de patinadores podían asistir al evento para apoyar.
El evento duraría una semana, el señor Goof al escuchar por su hijo en una llamada que competiría no pudo con la emoción y claro que fue a apoyar a su hijo.
El señor Goof había llegado desde el inicio del evento aún cuando su hijo no participa ni en el primer día.

—¡Maxi! Viene para apoyarte—Su padre había irrumpido en su habitación despertando a todos en esta— ¡¿Papá?!—Max no podía creer que su padre estuviera ahí tan temprano.

Max amaba mucho a su papá pero aveces podía ser muy... Goofy a su parecer, sabía que su padre siempre se enorgullecía por el pero siempre debía ponerle un limite o las cosas terminaban en vergüenza en su persona.
Para relajar a su papá y explicarle que el competía hasta el día de mañana, le podrían a leer un poco haciéndole creer que le hacía falta y más porque a su papá le gustaba leer mucho.

Lo había llevado hasta la gran biblioteca escolar y ahí vio a la persona que buscaba, la señorita Marpole, su papá vio algo en ella que había llamado su atención y ambos adultos se habían enfrascado en una conversación de sus años dorados.
Max salió y los dejó solo, miro su reloj y supo que debía ir a clases de química cuanto antes ya que se le hacía tarde.

Al llegar vio que quedaban 5 min antes de que cierran las puertas y ahí vio a quien menos creía— Señor Goof siente por favor en su mesa correspondiente— Max le hizo caso al maestro—Como les decía la señorita Margot se enfermó y su remplazo no podrá asistirla por lo que yo les daré clase en conjunto con los de segundo año—Ahora entendía el chico porque Bradley estaba ahí junto su gran amigo tanque.

—Como no se el cómo trabajan se juntará con un chico de primer año y otro de segundo, yo eligiere las parejas para que no haya conflicto—Todos abuchearon con lo último pero no les quedó más que aceptar.

Uno por uno fue eligiendo a las pareja y por lo que se dio cuenta Max, juntaba aún malo con una bueno o bueno a si fue a su parecer.

—Señor Max con el señorito Bradley— Ambos se sorprendieron y Max iba a renegar pero cuando vio aquella sonrisa galante no pudo decir nada.

Se sentaron juntos y Max no podía mirarlo, sentía que si lo hacía le ganarían los nervios o su cuerpo— ¿Te comió la legua el tigre cariño?—Max se sonrojó de nuevo por ese tonto apodo y lo miro con el ceño fruncido mostrando su "disgusto" por lo dicho.

—Solo hagamos lo que nos pida el maestro y terminemos cuanto antes—Bradley rio y empezó a hacer el experimento—Supe que juegas mañana—Max lo miro con sus gafas protectoras apenas puestas en sus ojos.

—Si—Decidió ser cortante ya que por lo que había dicho de sus amigos no le caía bien—Espero ganes—Eso lo sorprendió—Lo digo porque quiero yo mismo hacerte perder, no quiero que nadie me quite esa satisfacción—El castaño rio y ahí Max dejo su asombro de lado por un enojo.

—Claro que ganaré pero para derrotarte, ya quiero verte lavar las toallas de los apestosos del futbol—Brad se enojo que no se dio cuenta que había tomado un frasco equivocado y vertido todo en la solución química que preparaban—No Bradley espe-

El frasco empezó a burbujear y de repente todo el salón se había llenado de un gas—¡Salgan todos rápido!— Todos empezaron a correr directo a la salida y cuando vieron que no había riesgo el maestro se acercó a la pareja.

—Señorito Bradley y señor Max, pudieron haber causado un accidente, se quedaran a limpiar el resto de la clase juntos—Ambos negaron molestos pero al ver la mirada de enojo del profesor no pudieron más aceptar.

Empezaron con los frascos de vidrio, después con los mecheros—Esto es tu culpa señor popular—Brad se enojo—Bueno si alguien no me hubiera molestado esto no habría pasado—.

—¿Disculpa? ¿quien fue idiota que vine molestándome?— Max se mostraba molesto porque le están hechando todo el costal de culpa.

— Bueno si alguien me hubiera dicho que no debía agarrarlo antes de que lo vaciara pudo haber sido diferente—Eso no había tenido sentido para Max pero se había acercado al castaño sin darse cuenta—Eso no tiene sentido—.

Brad no se dejó intimidar, lo miro con reto y ninguno hizo nada, un pequeño olor de algo cítrico pero dulce llegó a la nariz de Brad, le agrado aquel olor y al rastrearlo con su nariz vio que venía del morocho.

—¿Por que carajos tienes aroma de Alfa si eres un Beta?–Max se alejo por tal pregunta y olfateo el aire y por primera vez captó su aroma, era un aroma a naranja con un toque de su dulce favorito; el regaliz.

—Porque soy un alfa—Bradley río por tal declaración—¿Tu un alfa?—Siguio riendo pero al ver la cara de enojo del chico supo que no mentía— Es imposible que lo seas, no sentí ningun aroma cuando estuve contigo y tus colmillos no están— Max incómodo no quiso responder y eso lo noto Bradley.

—Ahora entiendo porque me atrajiste tanto, pensé que me había liado con un Beta bien dotado—Las mejillas de Max volvieron a ser rojas de la vergüenza, de verdad que ese chico era tan impúdico.

Bradley empezaba adorar poner de nervios al chico, hacia unas expresiones tan tiernas— ¿Que te parece si dejamos de lado un poco la limpieza y nos concentramos en los dos—Se acercó con lentitud y a sólo centímetros de los labios del chico lo miro a los ojos y luego volvió a estos.

—Aghh te odio—Max beso al chico a pesar de sus palabras, sus besos eran tranquilos pero ambos querían más y sin pensarlo Max tomó al castaño de las caderas y lo subió a la mesa más cercana, de verdad que ese aroma que desprendia Bradley se le hacía tan exquisito y adictivo que sentía que no podría vivir nunca más sin poder oler de nuevo ese aroma.

Ambos sin darse cuenta habían soltado sus feromonas pero Brad no sería una presa el sería el cazador, jaló levemente el labio inferior del morocho y este jadeo con excitación, iba a volverlo a besarlo pero el dedo del castaño detuvo sus labios—Si tan solo no me hubieras retado esto podría ir a más—Empujó  al chico y sonrió.

—Te veré en la competencia Max—Empezó a caminar hacia la salida con una risa— Por cierto creo que necesitas ayuda con eso—Señaló con su dedo hacía los pantalones del chico y este miro su gran problema—Suerte con ello—Por primera vez Max sintió frustración sexual y sentía tanto vergüenza como enojo porque su cuerpo pedía más y su erección era la gran muestra de ello— Te detesto de verdad Uppercrust—.

Ese día Max supo que los juegos del castaño serían un dolor de bolas y cabeza.

Por su lado el señor Goof había conseguido una cita con la señorita Silvya, al parecer el único de los dos Goof que había tenido suerte ese día.

Bradley había llegado a su habitación y cuando al fin estuvo sólo fue directo a su baño, se quitó su ropa y miro como su ropa interior estaba húmeda— Te odio tonto Alfa y cuerpo débil de Omega que no se puede resistir— A pesar de haber parecido el ganador en realidad si le había afectado ese sesión de besos intensos.

Se dio un baño y pensó mejor en nuevas estrategias para ganar la competencia que tendría al tercer día del evento, sabía que ganaría pero siempre debía llevar un paso adelante que los demás.

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