LETHAL MAN: KISHIBE

10: Infeccion siniestra.

La nieve poco a poco se derretía... ¿Lo más extraño? Es que estaban a finales de mayo... Tal vez se debía a problemas ambientales o climáticos... Pero la verdadera razón era debido: El Festival de la Luna de Sangre.

En las oficinas de Seguridad Pública, alrededor de las 22:44, Makima, jefa de cazadores, se encontraba leyendo, sellando y verificando tanto documentos como también solicitudes de empleo, pedidos, alertas, reclamos, demandas y quejas, no importa que tan tonto sea para no decir menos importante, se tenía que asegurar de leer, firmar y sellar uno por uno aunque sea largo. Así es, ese era uno de los trabajos de la "Jefa de Cazadores" puesto contribuyente a Makima la enigmática, después de todo, su labor no solo consistía en matar demonios fuertes, contratar pobres bastardos a su posible fin o dar órdenes; como era la jefa de aquel establecimiento, debía de darle mantenimiento y cuidado, lo cual consistía en mucho pero mucho papeleo...

Ella al terminar, se hecho para atrás en su asiento y miro al techo reflexionando en varios aspectos ahora de su vida, tales como lo era cierto interés en tal canino naranja con una motosierra en su cabeza... Era importante para ella, demasiado cabe decir, sino fuera por un mocoso de bajos recursos, lo tendría a su merced y podría hacer lo que mas anhelaba con él, aunque cabe aclarar que seria inútil puesto que el perrito era terco como una mula.
¿Alguna vez han sentido aquella sensación de tener tan cerca algo que ansias pero algo te impide tomarlo? Pues ese era el caso de Makima.

Por desgracia de la vida, el destino, el universo o cualquier divinidad que le tenga rencor, resulta que de todos los humanos y demonios, justamente su empleado quien esta a cargo de cuidar al canino, es inmune a su control... Por ahora...
Debía de elaborar un plan, uno en el cual todo resulte bien...

- Kishibe... ¿Cómo puedo romperte? - Dijo en voz alta sus pensamientos.

¿Mandarlo a misiones sumamente peligrosas con gente que le tenga cariño? Podría ir acabando con su voluntad... No, eso sería tonto, después de todo, Kishibe se enfrentó a varias calamidades junto a Quanxi que si de por sí el cazador era peligroso, los dos juntos hacían un duo letal.
¿Y si matara a Aki y Denji? La idea sonaba tan tentadora, deshacerse de uno de los problemas que la fastidiaba para así secuestrar al perrito regordete... Pero no, si lo hiciera, tanto Kishibe como Quanxi intentarian matarla y Seguridad Pública la identificaria como traicion a la humanidad y la matarían o en el peor de los casos, la capturarian...
¿Y si matara a Quanxi? Podría hacerlo, aún así, es una idea descartada. Si bien podría encargarse de ella de alguna forma indirecta, lo cual destrozaría a Kishibe al saber que su primer amiga y posible amor haya muerto, al punto de que se deprimiría a lo que podria "consolarlo" para así tenerlo a su merced... Y aún así hay una falla en ese plan, por el hecho de que Kishibe apesar de estar deprimido, recuperaría las ansias de vivir al saber que tiene a Aki y a Denji bajo su custodia... Además que ella era aún una pieza clave para su futuro.

Qué hablando de la albina, se dió cuenta que poco a poco su comportamiento iba cambiando. Al principio no le tomo importancia debido a que desde que Quanxi y ella tienen ciertos "encuentros" cuando la cazadora hace su trabajo perfecto, no había peligro en perder su dominio en ella debido a la necesidad carnal culposa de la mujer albina... Pero poco a poco se dió cuenta que empezó a apegarse más a Kishibe al punto de que sentía como Quanxi se alejaba de ella, como si estuviera perdiendo el control ante la primera cazadora, antes obedecía como fiel perro a cualquier orden, pero desde que lo emparejó con el pelinegro, de vez en cuando ella le cuestionaba ciertas acciones e inclusive le ocultas cosas como las poseídas como también preguntaba por el cazador...

Fugas por aquí, fugas por allá, no importa que solución encuentre, siempre habia una contra en su plan que podría llevarla a la ruina, se tenía que asegurar de que cada detalle por tan minusculo que sea, salga bien o las consecuencias serán graves... Es por eso que recostó su cabeza en su escritorio con... ¿Cansancio? ¿Aburrimiento? ¿Fastidio? ¿Enojo? No lo sé, no puedo describirlo con certeza, después de todo, está mujer es un enigma, tanto su forma de pensar como sus expresiones son una rareza total...
Pero digamos que se recostó en su escritorio con claro estrés de la situación que estaba su vida ahora mismo.