1: Kishibe y Quanxi...

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Japón, Tokyo 1994, se encontraba con una crisis demoníaca excesiva, al punto de que la gente apenas y salía de sus casas ya que temían que un demonio ataque a cualquier hora, lugar o día.
Seguridad Pública o también conocido por sus siglas "SP" apesar de tener a cazadores de calidad, no era suficiente para detener a demonios que por alguna razón eran demasiado fuertes... Esto debido a que el demonio de las armas o también conocido como Demonio Pistola reparte su carne dentro de los demonio haciéndolos más peligrosos...

Ahora mismo SP se encuentra en grave estado debido a la falta de personal, tal vez por la muerte de varios cazadores, renuncias o prácticamente nadie quería trabajar ahí por el riesgo que conlleva pues, solo a los que le falta un tornillo se les ocurre entrar ahí... Un claro ejemplo podría ser un sujeto que estaba en atención al cliente dela compañía esperando...

- Uhmm... Señor, lo llaman a la oficina, quieren hablar con usted. - Decía un hombre de gafas, saco negro, camisa blanca, corbata, pantalones del mismo color y zapatos...

Era el uniforme característico de la compañía, aunque no lo pareciera, el saco, pantalón y camisa estaba hecho de una tela resistente a los cortes y al fuego, pero digamos que esto no parece ser muy cierto...

- ¡Bien! ¡Estaré ahí en un segundo! - Dijo un joven de pelo negro despeinado que vestía de un abrigo verde militar, unos jeans y zapatillas deportivas.

Al ir subiendo en el ascensor pudo ver piso por piso a cada empleado de SP, y cada vez que iba más alto, la cicatrices en la cara de estos aumentaba de tal vez las batallas contra los demonios que se hacía notar al punto que después no eran cicatrices sino partes faltantes del cuerpo y en otras ya no había nadie en el piso siguiente... Al llegar a uno de los pisos altos de la compañía fue hacia la elegante puerta y se quedó parado enfrente de esta.

"¿Por qué?" Se preguntaran... Los perros sienten el olor a peligro con su olfato, los gatos sienten el peligro con sus reflejos acelerados, las moscas preveen el peligro y... ¿Qué pasa con los humanos? ¿Son similares a los perros con su espetacular olfato? ¿A los gatos con sus reflejos, bigotes y cola? ¿A los insectos que con sus ojos inusuales lo ven todo haciéndolos difíciles en algunos casos de matar? No...
Los humanos éramos un caso diferente. El chico de pelo negro despeinado no olía, no prevenia ni tampoco veía... El lo sentía, sentía que lo que se encontraba tras esa puerta era peligro y esto solo lo emocionaba más...

Cruzó la puerta para así ver a una hermosa mujer pelirroja de ojos anillado de color amarillo y expresión sonriente... Cosa que el joven se dió cuenta que esto era solo una fachada.

- Buenas, tu debes ser la persona que pidió el puesto de cazador ¿Me equivoco? - Dijo ella con una dulce voz recostando su mentón en la palma de su mano.

- ¡Así es! ¡Mi nombre es Kishibe y quiero ser un cazador de demonios! - Dijo sonriente el joven de pelo negro haciendo con su mano al frente una seña de paz.

- Makima, un gusto - Decia sonriendo.

- Y bueno... ¿Te destacas en combate, agilidad y uso de armas? - Decía ella mirándolo fijamente los negros ojos del chico.

- Tal vez... No me gusta presumir... Digamos que siempre de niño rompía con facilidad mis juguetes al punto de que mis padres dejaron de comprarme más... -

- Interesante... ¿Tuviste alguna experiencia con algún demonio? -

- Bueno... Cuando me echaron de casa, un demonio me intento matar... -

- ¿Y lo mataste? -

- Yo... Bueno... - Dijo con algo de vergüenza tocándose las manos - No había comido hace unos días y de verdad que tenía hambre... - Dijo rascándose la cabeza.

LETHAL MAN: KISHIBE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora