Capítulo 25: Año Nuevo con Clara

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-Sigo sin entender por qué tu madre tiene tanto interés en que seas tú quién vaya a hablar con Francesco Rizzo.- Alex me estaba llevando al aeropuerto para mi fin de semana con Francesco y no me agrada nada el numerito de novio celoso que ha cogido. ¿Así me veo yo cuándo le veo con Nuria?

-Mi madre quiere que sea yo porque lo conozco, tenemos más confianza, es de mi edad...- Y porque Francesco y yo fuimos novios hace unos años, pero eso no se lo voy a decir a Alex, entonces sí que se viene a vigilarme, lo que me faltaba.

-Cuídate mucho, cuida de nuestros peques. Te voy a esperar con muchas ganas amor.- Me besa con mucha ansia en la puerta de embarque, ojalá no se acabara esto.- Ahí tienes un buen beso para que no te olvides de que tienes novio durante este viaje.

-No seas tonto.- Le doy un pico y me dirijo al avión.

Nada más aterrizar y desactivar el modo avión me llegan cien mensajes de "Borrachas pero buenas muchachas" ¿Qué les pasa?

Yo: ¿Qué os pasa bobas?

Mery: VAS A PASAR EL FINDE CON FRANCESCO RIZZO Y NO NOS INVITAS. QUE FUERTE.

Julia: Ya no nos quiere, está claro.

Yo: Sí os quiero pero es que va a ser un viaje de negocios

Julia: Un viaje de negocios no es tan horrible si es con el hombre más guapo sobre la tierra

Mery: Dioos tengo esa portada como una reliquia en mi cuarto.

Julia:¿Y cómo se ha tomado Alex que vayas a pasar el finde con tu ex?

Yo: No le he dicho que es mi ex. Así de simple.

Mery:Problema a la vista.

Julia:Estoy de acuerdo con Mery. Debería saberlo.

Yo:Es que se iba a poner muy celoso

Julia:¿Tan celoso como cuando le ves tú con Nuria?

Yo: Eso es otra cosa, esa niñata me quiere quitar a mi novio

Mery: ¿Qué crees que quiere Francesco? Le rompiste el corazón cuando lo dejaste

Yo: Exageradas, os dejo que voy ya a hablar con él.

Son muy exageradas, pero he de decir que Francesco se había mostrado muy amable en nuestras conversaciones. Casi como cuando éramos pareja.

Yo estaba de intercambio en Milán y allí le conocí, pero cuando volví a España todo acabó entre nosotros. Fue hace unos años, pero ahora todo ha cambiado. Y cada paso que doy con esta panza me lo recuerda.

-Le ayudo señorita.- Jamás podría no reconocer ese acento italiano y ese olor a perfume caro. -Francesco, cuanto tiempo. Estás igualito.- Me mira de arriba a abajo.- Tú sigues guapísima, pero no igual.- Dice fijándose en mi tripa.

-Si, digamos que peso unos kilitos más y como por tres.

-Que afortunado el chico que está contigo. 

-Eso le digo yo.- Entre risas pasamos la tarde poniéndonos al día con toda nuestra vida. De vez en cuando oía el flash de las cámaras de los paparazzis. Esto no le iba a gustar a Alex obviamente.

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Nuestro amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora