Alex:
Han sido dos meses muy duros. Dos meses sin ver a mi Clara. Dos meses sin sentir su olor, sin despertar a su lado cada mañana, sin ver crecer a mis peques. Me he aislado del mundo, solamente salgo para ir a clases y poco más. Intenté seguir revisando las grabaciones del día del accidente del señor Estévez, pero me pongo a pensar en Clara y rompo a llorar.
Estaba seguro de que había encontrado al amor de mi vida, pero un error y una confusión me la ha quitado. ¿Debería haberle dicho la verdad y pedirle que se quedara conmigo? Puede, pero me daba mucho miedo perderla del todo a ella y a mis hijos.
Mamá Luz me llamó el otro día. Me dijo que Clara había estado en casa durmiendo, en mi cuarto precisamente. Me dijo también que estaba muy guapa y que vió a los peques moverse. Ojalá haber estado ahí. Me dejó claro que la vió que aún me quería, pero estaba muy dolida.
Son las diez de la mañana y ya me estoy poniendo mi segunda copa, sé que no está bien que haga esto pero es la única forma que veo de ocultar mi dolor. Me veo al espejo y no me reconozco. Jamás me he dejado tan descuidada la barba y lo de llevar dos meses sin ir al gym no ha ayudado mucho a mi físico.
Estoy inmerso en mis pensamientos cuando recibo una llamada. No pienso cogerla hasta que veo que quién me llama es Clara. Sin dudarlo lo cojo intentando disimular mi malestar.
-Hola Clara, ¿qué sucede?¿Están los niños bien?- Joder que rasgada me salió la voz.
-Sisi Alex, solo es que tengo revisión esta tarde en el ginecólogo y me gustaría saber si te gustaría venir.
-C-Claro claro. ¿A qué hora paso a por ti?
-A las cinco si no es molestia.
-Te recojo en tu casa.- Cuelgo y comienzo a dar saltos de felicidad.
Ahora me llega el otro problema. Fuera alcohol y tengo que ir decente joder. Llevas semanas sin poner una lavadora, no te quedan cuchillas de afeitar ni champú. Pues bueno, toca ir a comprar.
Tras poner la lavadora me voy de compras y para mi sorpresa me encuentro a Nuria allí. Intento evitarla hasta que nos cruzamos frente con frente.
-Alex cuanto tiempo sin verte.- Me abraza pero se aleja al instante. Vale huelo mal.
-S-si si desde ese día.
-Siento mucho lo que sucedió. He intentado hablar con ella.
-Tranquila la culpa es mía, yo fui quien la lió.
-Por cierto, ¿has seguido con la investigación?
-No pude... me recuerda mucho a Clara.
-Tienes que conseguirlo Alex. No queremos un asesino suelto y además trabaja con tu chica.
-Aún no sabemos que sea Diego... y no es mi chica recuerda.
-Ya verás como al final sí. Esa historia no puede acabar así.
-Ojalá tengas razón Nuria.
................................................................................................................................................................
Venga Alex es tu momento. Barba arreglada, check. Ducha totalmente necesaria, check. Ya no huelo a cadáver, check. Ropa limpia, check. Físico de antes, no check pero de eso ya nos ocuparemos.
Es el momento, aviso a Clara que estoy en su puerta y los nervios me llegan. Creo que voy decentemente vestido, llevo una camisa blanca y unos vaqueros. Sé que a Clara le gusta ir siempre bien vestida y no quiero dar la nota.
Cuando la veo salir me quedo petrificado. Va con unos leggings de yoga y mi camiseta de "Jaque mate". ¿En serio se la ha quedado? En cuanto a su tripa ya es bastante grande, bajo del coche y la veo sonreír a la distancia pero en cuanto se acerca la va ocultando. Le abro la puerta y entra al coche con dificultad.
El camino a la clínica es muy frío, ninguno de los dos se atreve a decir nada, así que decido romper yo el hielo. -Me dijo Luz que estuviste en casa.
-S-si discutí con Francesco y pues el único sitio al que quería ir era ese.
-¿Estás con Francesco?
-Ya no. No llegó a nada más que un lío largo. No era bueno con los niños y yo necesito a un hombre que los quiera.- Se acaricia la tripa.
-¿Cómo va el embarazo?
-Cada vez más duro pero todo sea por los nenes.
-Si necesitas cualquier cosa me avisas.
-¿Y tú cómo vas con Nuria?
-No la he vuelto a ver desde ese día. Miento, la ví esta mañana en la compra.
-Clara...
-No quiero hablar de eso. No creo lo que digas.
Suspiro y llegamos a la clínica. Vamos subiendo por el ascensor cuando Clara me pilla.
-Alex...¿me estás mirando el culo? No me mientas.
-Es que esos leggings son de otro mundo.
-Increíble. No puedo gustarte estando como estoy.
-Tú me vas a gustar siempre.- El silencio se hizo entre nosotros hasta que la doctora nos hizo entrar.
La revisión seguía su ritmo, lloré al oír el latido de los bebés por primera vez y me sorprendí cuando la doctora le pregunto a Clara si la camiseta seguía haciendo efecto.
-¿Qué efecto se supone que hace?
-Los bebés están más activos cuando la lleva.
-Dicen que están activos cuando la madre está feliz.
-¿Todos habéis leído la misma revista o que? Joder todos me decís lo mismo. Y no, ya no hace efecto. Ya no huele a su padre.
-Así que por eso llevas mi camiseta.
-La llevo por los niños y porque es cómoda, no porque huela a ti.- Se me escapa una risa.
-¿Habéis decidido ya el nombre?
Nos miramos y hablamos a la vez, sorprendiéndonos de la respuesta de cada uno.
-Yo había pensado en Emma y Mateo.
-Así me gusta, que los papis estén de acuerdo.
Al salir la llevo de camino a su casa.- Si quieres una camiseta que huela a mi te dejo esta camisa.
-A los niños les gustará mucho oler a su papi.- Me fijo y veo una pierna sobresalir del vientre de Clara.- Ay por Dios mis peques.
-¿Quieres hablarles?
-Ahora cuando estemos en tu casa.
Entro a la habitación de Clara y recuerdo esos momentos en los que nos escondíamos aquí para no mostrar nuestra "relación"
-Que gusto estar en casa.- Clara se quita la camiseta y aparto la mirada - ¿En serio? Vamos a tener dos hijos y apartas la mirada por verme en sujetador.
-Pero cuando eso sucedió éramos pareja.
-Anda dame tu camiseta que me la ponga.- Me la quito de espaldas a ella y por un espejo veo como ligeramente se muerde el labio. Le doy mi camisa y se la pone sin atar los botones.
-Tiene razón la doctora, se mueven más ahora.- Le acaricio la tripa y comienzo a hablar a la tripa mientras ella juega con mi pelo.
Miro por la ventana y veo que ya es de noche.- Debería irme a mi casa. A no ser que me dejes quedarme.
-Alex, esto también es duro para mí pero me hiciste mucho mucho daño.
-Pero si me dejaras explicarte...
-No, aún es muy pronto.
Me despedí y volví a casa. Triste por no haberme quedado pero pensando que estoy más cerca.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro amor prohibido
RomanceAlex y Clara. Dos personas de mundos totalmente opuestos cuyas vidas se cruzarán y un flechazo surgirá. Amor, celos, drama, amistad, lujuria, rebeldía y mucho más te espera en esta mi nueva historia. Espero que os guste