Capítulo 16: Una princesa para este apuesto príncipe

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Alex:

Hace ya un par de semanas de esa noche mágica con Clara y la verdad no sé cómo están las cosas. No tengo ni idea en qué punto de la relación estamos. Lo único que sé es que cuando estamos a solas nos buscamos desesperadamente para unirnos pero nada más. No ha vuelto a venir a casa, no me deja que le bese mientras trabajo...¿ Se avergüenza de mí?

Me gustaría saber que va a pasar con nosotros  cuando acabe el verano. Me tengo que mudar a mi piso de estudiante el lunes y estamos a viernes. Me encantaría que me dijera que me ama, que soy su novio, pero cada vez lo veo más  imposible. Me parece que para ella solo soy un rollo de verano.

Todo esto lo pienso mientras estoy tumbado en su cama, con ella dormida sobre mi pecho con una sonrisa de oreja a oreja. Es tan perfecta... Me hace sentir cosas que jamás había sentido. Pero entre las cosas extrañas que hace y mi pasado estoy empezando a dudar de si es lo correcto.

Inmerso en mis pensamientos noto movimiento de Clara, anoche me pidió que durmiera con ella ya que está en sus días y "necesitaba mimos".  Aquí Alex el pagafantas del año, es decirme cualquier cosa y voy hacia ella. Al abrir los ojos sonríe al verme y empieza a besarme el pecho y cuello.

-Buenos días preciosa. ¿Te encuentras mejor?

-Eres el remedio a todos mis males.- Ojalá creer lo que dices Clarita mía.

-Tú sí que eres el remedio de mis males.- Yo sí que lo digo en serio, su sonrisa ilumina el día más oscuro. Y esos besos en el cuello... 

Mi lucha entre llevas la sangre al cerebro o al pene se ve interrumpida por el taconeo de la señora Estévez subiendo las escaleras, junto a una mirada preocupada de Clara.- Corre, escóndete, YA.

-No entiendo por que.- Me corta.- YA, NO PUEDE VERTE AQUÍ, Y MENOS EN ROPA INTERIOR.

A regañadientes me escondo en el armario, no sin antes coger mi ropa del suelo. Si vamos a escondernos, vamos a no dejar pruebas por favor.

Desde el armario puedo oír a la señora Estévez entrar, preocuparse por su hija y decirle que vuelva con Diego. Lo que más me jode es que Clara no responda a eso, ¿tiene pensado volver con él?

-Si ves a Alex dile que me traiga una pastilla por favor.- Dice mi amor a su madre disimulando como la reina que es.

-A ese rastrojo quería yo encontrar, en 10 minutos me tiene que llevar de tiendas y no aparece. Y encima esta tarde no está. Menos mal que le quedan dos días aquí.

-Si...menos mal.

Al irse mi jefa salgo del armario, uy como ha sonado eso, y voy directo a Clara, hay cosas que me tiene que aclarar.

-¿Tienes pensado volver con Diego?- Ahí estamos, directo al grano.

-¿Estás celoso?

-Respóndeme por favor, ¿por qué no le has dicho a tu madre que no vas a volver con él?

-Ella no lo entendería Alex, solo piensa en dinero y negocios.

-Ya, ya... No sé ni lo que soy para ti. Para mi tú eres el amor de mi vida, pero en dos días me voy y no sé qué hacer. Yo no tengo lujos, dinero ni nada de eso, pero si que tengo mucho amor que darte, si lo quieres ya sabes donde buscarme.- Me voy de la habitación sin dejarla responder, necesitaba desahogarme antes de pasar toda la mañana con la señora Estévez.


¿La tarde libre que he pedido en el trabajo? Hoy es el cumpleaños de mi prima Sofía y yo soy el pintacaras, sí yo. ¿No os esperabais que fuera bueno con el maquillaje, verdad? Mi mamá Luz se ganó la vida un tiempo haciéndolo en cumpleaños, y me pasó el legado familiar por así decirlo. Pero hey, yo hoy no cobro, todo sea por ver a mi pequeña Sofía y a sus amigas felices. 

Ahí estaba yo, ya descansando con mi familia, con todas las niñas bien maquilladas cuando oigo el timbre de la puerta. Hago un gesto a mis familiares para decir que abro yo y mi sorpresa se hace gigante cuando descubro tras la puerta a Clara, vestida con un conjunto top, falda y zapatos de su última colección y con los labios pintados de rojo pasión.

-¿Q-qué haces aquí?

-Me ha dejado pensando todo lo que me has dicho antes y... tienes razón. Me he comportado como una niña que no sabe lo que tiene, y lo que tengo es al hombre más maravilloso de este mundo.- No puedo evitar sonreír, era justo lo que necesitaba. Bueno, lo que justo necesitaba llegó después. 

Juntos pasamos de la puerta y nos dirigimos al jardín, donde todos nos miraban expectantes de lo que dijera.- F-Familia, esta es Clara Estévez, mi jef-Novia, soy su novia. Encantada de conocerlos.- 

El saludo de Clara fue seguido por un silencio atronador, solo roto cuando Sofía se acercó a ella y le dió un abrazo, ella era la reina de los abrazos. -Hola, ¿vienes a jugar a las princesas con nosotras?- 

-Clara que sí cumpleañera, pero antes dejadme que hable con el príncipe guapo.

-¿Quién es el príncipe guapo?- Dijo ella sin entender nada.

-Tu primo Sofía, él es el príncipe más guapo de este mundo.

-Si tú lo dices...- se fue de nuevo a jugar con sus amigas. Gracias por el halago primita, yo también te quiero. A su vez Clara se me acercó y besó mis labios con mucha ternura, rodeando sus brazos por encima de mi cuello. Todas mis dudas se habían disipado ya. Bueno, todas menos una.

-¿Cómo sabías que estaba aquí?

-Tu madre me lo contó.- Rápidamente miré a mi mamá Luz, que riendo negó y señaló a mi mamá Lola.¿Perdona?

-Un día te registré el móvil y me guardé su número por si había una emergencia. Y mira, al final ha sido útil. Hacéis muy buena pareja.

Todos reímos y le dí un último beso a Clara, que se separó de mí.- Lo siento mi apuesto príncipe pero tengo que ir a jugar con las otras princesas.

-Aquí le esperaré milady.- le hice una reverencia y volví a sentarme con mis familiares, aunque emocionalmente estaba en el séptimo cielo. Solo faltaba una cosa, contarle el nuevo status sentimental de su hija a la señora Estévez, aunque para nuestra desgracia ella estaba muy cerca de enterarse por otro lado.  Ella y todo el país.


Nuestro amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora