Alex:
Oigo unos pitidos junto a un olor raro, como de hospital. Me siento muy dolorido, como si me hubiera pasado un tren por encima. Abro los ojos lentamente, me pesan mucho los párpados, y descubro que sucede. Estoy en un hospital, con tubos y cables recorriendome el cuerpo y vendas por todos lados. A los pies de mi cama veo a mi mamá Luz durmiendo en un sofá muy incómoda. Tiene muy mala pinta, grandes ojeras y el pelo desaliñado.
-Mama...- digo con un hilo de voz aunque intento gritar a todo pulmón.-Mama...- Lo vuelvo a intentar y esta vez consigo reacción. Mi madre se levanta corriendo y me besa con muchas ganas, haciendo que suelte quejidos de dolor.
-Cariño pensé que nunca despertarías. Nos tenías a todos muy preocupados. Clara está que se sube por las paredes.
-¿Quién es Clara?
Clara:
Llego al hospital tan rápido como puedo, tengo unas ganas horribles de ir junto a Alex, de pedirle perdón por no haberle creído en el pasado, abrazarle, mimarle , cuidarle. Se me hace eterno el pasillo hasta la puerta de la habitación de Alex. Lola está en la puerta y me frena.
-Clara por favor no tengas tanta prisa
-¿Cómo que no? Quiero ver a mi chico.
-Déjame hablar contigo primero.
-Qué sucede déjame verle.- Hago fuerza para pasar pero me coge por los hombros
-Clara, Alex no sabe quién eres.
-¿Q-Qué?
-Del golpe en la cabeza sufre amnesia. Se cree que tiene 17 años nuevamente.
-¿Cómo puede ser eso? Hemos vivido juntos, nos hemos amado, vamos a tener dos hijos.
-La cabeza es algo que no entendemos, por eso te pido que le des la noticia con calma, mucha calma.
Me seco las lágrimas.- Entendido Lola
Suspiro hondo y abro la puerta sin saber que me voy a encontrar.
Alex:
Todo es muy extraño, no entiendo nada. Mamá me ha dicho que no tengo 17 como creo, que ya cumplí 19, que estoy estudiando en la universidad periodismo como siempre quise. Me alegra que haya conseguido lo que quería pero me pone triste no acordarme.
-Cariño también te tengo que hablar de una chica.
-¿Una chica? ¿Estoy saliendo con Claudia?- La mirada de mi madre se humedece, va a abrir la boca cuando se abre la puerta.
Aparece una chica mayor que yo, embarazada al borde de reventar que se me acerca llorando.
-Mi amor no sabes cuánto me alegro de que estés bien.- Se me acerca y me abraza
-No puede ser nono, no puedo estar contigo.
-¿Qué dices?
-No puedo ser padre, tengo diecisiete d-digo diecinueve. Soy muy joven.-Comienzo a llorar y las máquinas hacen mucho ruido. Mis madres se acercan para relajarme.
-Os vamos a dejar solos para que os conozcáis.
-Mamá no porfa.
-Es la única forma amor. Estaremos aquí fuera
Suspiro y me quedo a solas con esa chica. Es muy linda no me voy a mentir, pero mi corazón pertenece a otra persona.
-¿De verdad no te acuerdas de mí?- Dice con los ojos llorosos
-Lo siento pero no, me suena tu cara pero nada más.
-Me llamo Clara .
-Yo Alex, encantado. B-Bueno imagino que tú eso ya lo sabes.
-¿Cuánto tiempo llevamos juntos?
-Poco menos de un año. Trabajabas en mi casa y bueno, surgió el amor.
-Ya veo.- Miro su tripa. -¿Es mío?
Parece algo ofendida por mi pregunta. -Claro que son tuyos.
-¿Son?
-Te presento a Emma y Mateo.- Agarra dulcemente mi mano y la pone en su tripa. Me da mucha felicidad notar esas pataditas.
-¿Fueron buscados?
-Siempre usamos protección, pero se ve que algo falló.
Todo el día fue viniendo gente. A muchos los conocía pero a una tal Nuria no la había visto en mi vida. Recordé de donde conocía a Clara. Es la hija de Sebastián Estévez, el famoso modista. Me contaron que fue asesinado y que yo descubrí quién fue, por eso me atacaron.
Al final del día me dieron el alta. Me prestaron una silla de ruedas ya que por mi lesión de cadera no podía andar y fuimos a una casa que no conocía. Era pequeñita, me dijeron que ahí vivía con Clara.
-¿Voy a tener que vivir solo con ella?- Digo algo rojo.
-A mí tampoco me parece buena idea.- Dice Clara. -Deberíamos llamar a una enfermera, no puedo ayudarle con sus cosas en mi estado.
-Perfecto me pondré en contacto con el hospital pero esta noche la tendréis que pasar solos.
Cuando me quedo solo con ella se va a la ducha y me pongo a investigar la casa en lo que puedo. Me veo en un espejo y me quedo impactado. Cómo no me había dado cuenta antes del cambio físico que había dado.
Estaba delgado, muy delgado. Me fijo en una foto en la que se nos ve a Clara y a mí muy felices. Ojalá poder acordarme de lo que siento por ella, pero por desgracia no es así por ahora.
-Alex... ¿Puedes acercarme una toalla?
-¿Donde tenemos las toallas?
-En el armario de la entrada.
Voy a por ella y entro al baño sin darme cuenta de lo que estaba haciendo hasta que levanto la vista y veo el cuerpo húmedo y desnudo de Clara. Es la primera vez que veo a una mujer desnuda delante mía y me es imposible no comérmela con la vista. Da igual que tengo casi nueve meses de embarazo, está de escándalo.
-¿Me das mi toalla?-Todo rojo e intentando tapar mi erección le doy la toalla y me voy a pensar en todas mis decisiones.
Se hace la hora de dormir y llegamos al otro problema.
-¿Tenemos que dormir juntos?
-No hay más camas Alex y no estamos ninguno como para dormir en el sofá.
-Bueno vale pero espero no incomodarte, sobretodo después de lo de antes.
-¿Tu mirada y el despertar de tu amiguito? Estoy acostumbrada -Se me escapa una risa nerviosa antes de acostarme.
..........................
Hoy llega la enfermera, nos han dicho que es recién graduada y de mi edad, así que espero que no sea muy incómodo.
Clara va a abrir la puerta y la silueta de detrás de la puerta me resulta familiar, pero no corroboro mis sospechas hasta que veo esa cara que tantas noches he soñado besar.
-¿Claudia eres tú?- La mirada de Clara asustada y celosa la delata
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Nuestro amor prohibido
RomanceAlex y Clara. Dos personas de mundos totalmente opuestos cuyas vidas se cruzarán y un flechazo surgirá. Amor, celos, drama, amistad, lujuria, rebeldía y mucho más te espera en esta mi nueva historia. Espero que os guste