Capítulo 27

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Alexander se marchó hace doce días y ya le echo demasiado de menos, especialmente ahora que las cosas están más revueltas por aquí. Digamos que a Brogan no le gustó nada la idea de su hijo cuando se la contó, y de hecho le prohibió hacerlo, pero no sirvió de nada porque Dominic ya le había enviado el reto a Alexander.

Aunque bueno, si se lo hubiese mandado sólo a él quizás habría tenido oportunidad de retractarse poniendo alguna excusa. El problema es que ha invitado a los miembros de otras casas reales y también lo ha hecho público, es decir, ha salido en los periódicos. Ya no puede echarse atrás, tiene que luchar contra Alexander, y lo hará finalmente el día 9 de marzo. Dentro de, exactamente, dos semanas.

Se han barajado varias posibilidades para la ubicación, pero parece que la que más papeletas tiene es Crembert, la capital de Sodova. Es seguro que el rey Decimus aceptará la proposición, porque no desaprovecharía la oportunidad de alojar un evento así. Al fin y al cabo, es un duelo entre el rey de Kalaryan y el futuro rey de Savyrgo.

Es algo que todo el mundo quiere presenciar, y que por ende atraerá a muchas personas importantes al lugar en el que se produzca el combate. Le dará mucho dinero a la ciudad, y es algo que sólo un rey que tuviese una verdadera enemistad con alguna de las dos partes rechazaría.

El problema de que ya todo el mundo sepa lo del duelo es que también saben la causa por la que lo hace Dominic, y eso sólo le ha dado una razón actual a mi familia para considerar a Alexander como la peor escoria que existe. Mis padres no quieren asistir para no encontrarse con ningún kalaryense, y también intentaron prohibirme la asistencia a mi, pero impresionantemente Dominic les convenció de dejarme ir.

Habló con ellos a solas y no tengo ni idea de lo que les dijo, pero el caso es que vinieron a hablar conmigo después para comunicarme su cambio de opinión. Dijeron que no les agradaba mucho la idea, pero que confiaban en Dominic. Me encantaría saber qué es lo que ha hecho Dominic para que confíen en él, porque no lo entiendo. Pero bueno, en este caso me beneficia, así que no me voy a quejar.

De todas maneras le han pedido a Matt que me acompañe para más seguridad, en palabras suyas. La realidad es que quieren que me vigile para que no me acerque a Alexander, o él a mí, y que les informe de todo lo que suceda. Él no se ha negado a hacerlo, porque supongo que también le apetece ver a Dominic en una situación así.

Yo no le he puesto muchas pegas a nada, porque intentaba mantener las conversaciones con mis padres lo más breves posible. Cuanto más tiempo pasaba con ellos más fácilmente me llegaban los recuerdos, así que me he esforzado por evitarlo. La cosa ha mejorado bastante con el paso de los días, pero aún es reciente, y creo que me va a llevar muchas semanas poder volver a sentirme normal junto a ellos.

En estos días he pensado mucho también en lo que pasó con Alexander esa última noche y en lo que significó. No se lo he contado a nadie porque realmente aún no me siento lista para hacerlo, porque considero que es algo demasiado íntimo. Es decir, creo que lo que hicimos puede entrar dentro de la categoría de sexo, aunque no hubiese... bueno, penetración.

Sé que no he perdido la virginidad, porque se considera que la pierdes cuando un hombre te penetra, pero definitivamente he avanzado hacia ello. Me gustó mucho, he de admitirlo, y no puedo esperar a que lo repitamos. Sin embargo, el hecho de que sucediese me da una pista del nivel de confianza que he alcanzado ya con Alexander. Un nivel de confianza al que creía que me iba a resultar muy difícil llegar con algún hombre.

Bajo a comer pensando en todo esto, encontrándome con mis padres, Matt, y los tíos Will y Melissa en la mesa. Vienen a comer dos veces al mes, aproximadamente, pero normalmente lo hacen con Irya.

-¿Dónde está Irya?- Les pregunto a ambos.

-En el colegio- Responde su madre. -Hoy era el primer día de los mercadillos.

El linaje maldito (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora