Estoy terminando de escribir la carta de respuesta para Alexander, pues no quiero esperar absolutamente nada para enviársela. Quiero que su mensajero se la pueda llevar ya y que él la lea cuanto antes. Estuve un rato pensando sobre cuál sería la mejor manera de responder, pero al final decidí dejarme llevar y ser sincera.
Reviso todo lo que he escrito, asegurándome de que esté bien y que no me haya quedado nada por decir.
Rey egocéntrico:
No sería tan extraño que te olvidases de mi cumpleaños, ya que supongo que tienes muchas cosas en la cabeza, y bastantes de ellas más importantes que eso. Aunque bueno, confieso que me ha puesto muy feliz que lo recordaras, para qué voy a mentir. Ya sé que te era imposible estar conmigo, no te preocupes. Y aunque te cueste creerlo no he estado llorando desconsolada por tu ausencia, pues lo he pasado con toda mi familia y amigos, pero tampoco me habría importado que vinieras (pero lo he pasado bien, no te creas mucho).
He estado bien estas semanas, me he estado adaptando a vivir de nuevo con mi familia y a los cambios que naturalmente han sufrido. Creo que les ayuda bastante el hecho de tener que estar tan ocupados con la reconstrucción y restauración de las instituciones, porque así no tienen que pensar mucho en lo que sucedió.
Mi experiencia no se acerca ni remotamente a la suya, y aún así me esfuerzo por no recordar, aunque algunas noches es francamente difícil. El silencio y la oscuridad a la vez es lo peor y a veces tengo pesadillas. Bueno, pesadilla en singular, porque casi siempre es la misma y no tiene pinta de que vaya a desaparecer. No se lo he contado a nadie porque creo que no sería justo quejarme cuando mi familia lo ha pasado mucho peor, así que tú eres el primero. Mira, en eso sí te puedes sentir especial.
Y bueno, sí que han hecho bastantes comentarios malos sobre ti, pero eso no me ha convencido de odiarte, no soy tan débil de mente. No hace falta que vengas a convencerme de ello (aunque debo reconocer que me dio risa imaginarte haciéndolo) porque no te odio ni creo que vaya a odiarte de nuevo, a menos que me des motivos, claro (Espero que no me los des, porque no quiero odiarte).
Y ahora hablemos del regalo. ¡¿Estás loco?!¿Cómo se te ocurre regalarme algo así? Primero, no deberías gastarte tanto dinero en mí porque seguro que hay cosas que lo necesitan más. Segundo, yo no soy una reina ni una princesa heredera, no tengo por qué llevar este tipo de joyas (aunque me quedaba bastante bien, las cosas como son). Tercero, le has regalado un collar carísimo a una persona que cuenta con un nivel extremo de mala suerte. Yo lo voy a cuidar con mi vida, te lo prometo, pero los dioses están en mi contra. Toda mi vida es la prueba de ello. Y cuarto, no puedes regalarme algo así porque... Porque no, es demasiado y ya. Además, me hace sentir raro que hagas eso y no quiero que me hagas sentir así.
Pero bueno, tengo que reconocerte algo y es que tienes un gusto excelente, porque la verdad es que es precioso y ciertamente combina con el color de mis ojos (Que no se te suba mucho el ego, acertaste por suerte). Pero eso, que... Me gusta mucho, pero sigo pensando que yo no debería portar algo así. Además, van a preguntarme por ello y aún no sé qué voy a decirles (¿ves los líos en los que me metes?) para que se lo crean. Pero bueno, ya pensaré en algo, porque pienso ponérmelo en cuanto se dé la ocasión especial necesaria.
Y bueno, ya para acabar... ¿Cómo estás tú? Muy estresado y ocupado, supongo. Yo también espero que me respondas, porque realmente quiero saber cómo te va ahora que eres rey. Espero que bien, pero ya me contarás. Por ahora me despido.
Atentamente,
Haley Antilles
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El linaje maldito (#2)
FantasiDespués de la batalla que llevó a la caída del tirano rey Thomas, Haley por fin ha vuelto a vivir junto a su familia de manera normal, esperando poder reconstruir juntos todo lo que tenían hace una década. Sin embargo, mientras intenta encontrar su...