Malditos Dones || Kicknipulens

八

Capitulo 8: La consulta.

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— ¿Podemos continuar el juego mañana? Se está haciendo tarde. – Pidió el mayor recargando su menton en su mano con el codo apoyado sobre la mesa. A decir verdad que se había aburrido de vencer al otro, pues sus técnicas eran impulsivas y poco estratégicas por lo que fueron varias jugadas terminadas en cuestión de minutos.

El otro miró el tablero con su mentón apoyado en su mano, teniendo un leve dolor de cabeza al no conseguir aquello que le faltaba. Habían pasado alrededor de 20 minutos de juego y no comprendía qué realizaba el maestro para vencerlo sin importar que tanto se esfuerce por mejorar sus métodos y técnicas. Siempre había una pieza que olvidaba o lo ponían en hacke cuanto se descuidaba, y por mas que moldeara sus movimientos mediante el conocimiento que adquiría, no podía evitar el frustrante destino de tener al rey en hacke mate.

— Solo unos minutos más, ya estoy consiguiendo la forma de vencerte. – Postergó analizando una vez más las funciones de cada pieza y sus posiciones.

Había perdido a la reina, sus caballos no tenían un movimiento que contribuyera al juego, los peones los había entregado voluntariamente en su mayoría, las torres si las movía también el otro las tomaría y ya se había quedado sin alfiles. El mayor, por su parte, tenía sus piezas casi completas, aún no había usado su reina y uno de los alfiles estaba amenazando a su rey, técnicamente ya había perdido.

Removió su cabello con frustración, no comprendía qué estaba haciendo mal.

El mayor, levemente agotado y deseando retirarse a su habitación, decidió contribuir a la situación.

— Si corrijo tu método de juego, ¿Podemos continuar mañana? – Propuso.

El menor miró al otro, y estaba por decirle que podía darse cuenta él solo de sus errores, que podía conseguir una técnica para ganar y que no necesitaba de su ayuda, pero por ésta ocasión, lo permitió, porque en lugar de corregirlo, consultó su consentimiento antes de hacerlo, cosa que le agradaba.

— Tss, bien. – Chasqueó para mirar al otro, aceptando la sugerencia. – Solo espero que la corrección no sea larga.

Una parte del mayor se alegró ante esa respuesta, pero esa dicha no se manifestó ni en su voz ni en su expresión, siendo algo que se guardaría para él mismo.

— A la hora de jugar ajedrez es importante notar la perspectiva del oponente en el tablero. – Inició, tomando en sus manos la pieza del rey. – En el juego de forma hipotética y metafórica somos el rey, y el tablero y las piezas son un reino en guerra. Tú decides mover las piezas a tu favor, optas por utilizar las mejores y sacrificar anticipadamente a los peones, pues las consideras simples máquinas que deben moverse para que el rey salga victorioso.

Manipulens observó cada pieza con monotonía, y a la vez, interés, pues había recordado el origen del juego de ajedrez, la cual se enlazaba a un reino en guerra, depositando en el tablero el significado del sacrificio.

— El narcisismo de un rey puede ser la causa de la perdición de un reino, por eso, a la hora de tenerlo, busca valor en cada pieza, y en medio de la guerra, busca hacer los menos sacrificios posibles. Tus movimientos son astutos, Pero te anticipas por el deseo de ganar. Solo cambiando tu perspectiva lograrás cambiar tu forma de jugar, y así conseguirás la victoria para ti y tu reino. – Finalizó, dejando las piezas en su lugar.

Sabía que le tomaría tiempo a Manipulens entender eso, pues no creía que viera valor en las piezas realmente y porque no estaba hablando únicamente del ajedrez.