十六

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Capítulo 16: Confusión.



Jamás comprendería a las mujeres de la aldea.

¿Porqué querrían casarse con un sujeto que de la nada ronca como una vaca a mitad del sueño? Juraría que casi le daba un infarto al haberlo escuchado en la madrugada. Mucho peor, ¿Quién en su sano juicio aceptaría dormir con alguien que al dormir te arrima el cuerpo y te aprisiona con el brazo?
No tenía idea de en qué momento pudo haberlo hecho, pero poco le importaba, reconocía que los brazos del otro eran fornidos y hábiles, si el maestro estuviera soñando que estaba asfixiando a un enemigo probablemente al amanecer lo hubiera encontrado muerto en sus brazos.

No tenía mucho derecho de quejarse, pues fué él el de la idea de compartir lecho, pero fué una decisión necesaria para que el maestro se durmiera y dejara de vigilarlo. La mirada del mayor era algo que llegaba a adentrarse hasta en su alma, pues era una severa y que a la vez desprendía calma, solo que al ser fija hacia su persona llegaba a hacerlo sentir inquieto, aunque no hubo mucho problema, pues por lo general se quedaba dormido en un descuido y no tomaba en cuenta la vigilancia del otro entre sueños. Otra razón por la cuál tomó su decisión fué porque tampoco quería que el mayor se descuidara. Ese sujeto necesitaba descansar o iba a enloquecer, aunque no le molestaba tanto la idea, y tampoco es algo que no haya intentado antes, simplemente el que Patada descansara era lo mejor.

Se quitó el inmenso y rojizo brazo de encima para reacomodarlo con su dueño, como debía de ser. Ya después de eso soltó un suspiro de alivio. Aunque ya no se sentía cansado, de hecho, es lo mejor que se ha sentido desde que regresaron del bosque, optó por no levantarse aun, pues no quería ser él quien tenga que preparar el desayuno. Prefería seguir fingiendo cansancio a tener que ir a buscar huevos al granero y toparse con la bestia a la que Patada llamaba " princesa "

Sin saber qué hacer exactamente giró su cuerpo para estar de costado, quedando frente al mayor. Desde su posición observó durante incontables minutos la breve cercanía del otro, llegando a apreciar cada detalle facial que presentaba su rostro, sí, porque esa palabra era la definición inequívoca de lo que estaba haciendo, admirar. Pues desde su lugar era algo imposible de negar el gran atractivo del mayor ( aunque una parte de él juraba que estaba exagerando )

Desde las gruesas cejas azabache que le daban un toque varonil y tosco, estaba el mentón bien formado que venía acompañado de una pequeña barba que el mayor parecía afeitar definidamente; Patada tenía esa apariencia tan masculina y hostil que el vello natural le lucía muy bien. El no presentaba esa característica, no solo porque el vello no le crecía en grandes cantidades, sino porque prefería estar así.

Observo los parpados, y de como bajo ellos descendían unas gruesas pestañas que escondían la mirada con la que tanto interactuaba todos los días; los ojos color del ámbar que  lo miraban con tanta preocupación y cansancio últimamente, y los cuales en muchas ocasiones lo llegaron a ver mostrando un profundo odio y decepción. Cada facción de su rostro permanecía en una sincronizada armonía facial que simplemente lo convertía en el sueño inalcanzable de muchas, como las estrellas que yacían en el cielo resplandecientes y hermosas, pero jamás al alcance del humano.

Si lo pensaba bien, comprendía los celos de las damas de la aldea. Éste hombre, por mucho que le cueste admitirlo, parecía tener la definición de perfeccion incrustada en su cuerpo. Su cabello turquesa que levitaba desafiando la gravedad, su cuerpo tan tonificado y masculino que a la hora de la acción era tan hábil ( el cual se había acostumbrado a observar en ocasiones), su bastos conocimientos sobre el Kung Fu; y claro, la actitud tan distante que mostraba siempre en cualquier sitio, como si demostrase con ella lo inalcanzable que era, sintiéndose superior ante cualquier persona. Tener al sujeto soñado de una comunidad entera en tu cama después de haber dormido juntos era simplemente una utopía para cualquiera.

Malditos Dones || Kicknipulens Donde viven las historias. Descúbrelo ahora