Capítulo V. Todo

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Suspira cansado.

Mirando al frente, con su topper frente a él come de ahí un poco de carne con verduras, suspira de nuevo, pero no porque este comiendo aquello y quiera otra cosa, sino que está solo, en una mesa casi al final de los edificios y solo le falta llorar.

Ya casi se llega el mes.
El último.

Solo era un pago más...

¿Qué podia hacer? ¿Robar un banco?
Tal vez, porque un empleo sonaba tentador pero sinceramente, no quería y estaba demasiado enfocado en hacer una sola cosa bien. Por él, y también por demostrar a sus padres que también podía tomar un curso de RCP por si alguien en el restaurante se atragantaba. Era casi complacerlos, era lo mas cerca que iba a estar de salvar una vida como quería su madre, oh, ¿Y si le pedía un préstamo a su mamá?

Sonaba tentador pero a la vez estúpido.

¿Como lo iba a pagar de todas formas? Porque no es como si saliendo de la universidad iba a ser el primer chef de un restaurante con estrellas michelín. No. Tenía los pies en la tierra y por un momento, considero morirse de hambre, caminar por horas para llegar y así ahorrar lo poco que su madre le daba.

Casi se aventó al topper con comida
Estaba perdido....

Abrio los ojos ante la mueca que habia hecho, pero alguien habia dado media vuelta para irse.

-- ¡Ey tu! -- le grita -- ¡Ya te vi! ¡Ven aqui!

-- ¡Yo no te vi! -- dicen sin verlo

-- ¡Ae! ¡Ven aqui cobarde!

Ni le responde.

>> ¡Si tanto te gusta dimelo! ¡Te lo regalo!

En ese momento Ae le volteó a ver, molesto y se acercó a él de manera decidida.

-- Por eso no quiero que me hables. -- le dice de cerca -- e visto que te aprovechas de cualquiera, pero de Tin... -- niega -- Más bien parece tu perrito.

-- Ya no quiero pelear... -- le hace una mueca -- dejemos a ese tonto de lado. -- lloriquea -- Ae.. ¿Qué voy a hacer?

-- Dejar de ser un idiota.

-- Te estoy hablando enserio...-- suspira -- ya casi se acaba el semestre, y empezamos el otro. El último. ¿Qué hago? Lo estuve pensando y, ¿Si le pido un préstamo a mamá? ¿Al banco? ¿O a quien le vendo mi alma?

Le dice ya desesperado y su amigo suspira, sentandose frente a él, analiza la situación y niega un poco.

-- Toma lo que te ofrezco.

-- Estas loco. -- niega -- Para algo lo necesitaras.

-- Can. -- le ve -- deja ya de ser tan orgulloso. Es más, tómalo como un préstamo.

-- ¿Y te lo pago cuando? -- niega

-- Cuando seas el mejor en tu restaurante.

-- Entonces nunca. -- dramatiza -- ¡Mierda que! Estoy... voy a salirme, voy a buscar un empleo y vuelvo el próximo semestre.

-- Haz pasado todos, solo te falta uno.

-- Tin....

-- ¿Cómo que Tin?. -- se enoja -- Can. Tin, no. Él ha sido muy tonto contigo. Todo te da a manos llenas. No lo valoras.

-- No idiota.... -- niega -- Ahí viene...

-- ¿Eh?

Voltea hacía atras, donde ese chico viene caminando y les sonríe a ambos.

A QUE NO ME DEJAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora