Capítulo XIX. Te Tolero

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Yéndose por ese camino casi oscuro, el sol ya estaba metiéndose y sinceramente, no quería recurrir a tener que hablarle al agente que le cuidaba y preguntarle por él pero ya le esperó en la parada de autobús demasiado, ayer no le miró, no supo de él hasta en la noche que contestó sus mensajes desde el computador y hablaron hasta la madrugada. Pero hoy. Quería salir con él, ir a comer, ir a cenar, subir a un avión y perderse, lo que Can quisiera.

Pero nunca salió de la escuela, debía de hacerlo aceptar un teléfono porque de esta forma, jamás iba a encontrarlo, quería saber de el aunque sea una vez en el día y no hasta la noche cuando llegaba a casa.

Las luces se encienden automáticamente, abre la puerta metálica y ahí tras la barra, Can estaba cortando un masa perfectamente lisa, a la mitad con el cuchillo, Tin sonrió, se acercó lentamente y cuando al fin estuvo frente a él, él otro no le miró. Siguió en lo suyo, poniendo relleno a ese pequeño corte que había hecho, poniendo huevo alrededor para mojarlo y que cerrara bien, le miró sonreír con satisfacción pero se asustó cuando levantó la vista y vio a alguien ahí.

-- ¡Tin! -- le regaña -- casi me muero.

-- Te espere casi dos horas frente a la parada de autobús.. -- le ve -- Tuve que buscarte.

-- Estoy ocupado en esto. -- niega -- no me salía el crocante.

-- ¿Me dejas probar? -- le sonríe

Can le mira, titubea al verle pero suspira cansado, tomando uno de esos en el plato que tiene al lado, Tin sonrió más, abrió la boca y Can negó al verle.

Aún así introdujo la comida a su boca, él otro mordió, masticó y cuando lo tragó, miró al chico que esperaba su respuesta con curiosidad.

-- Wow...

-- ¿Bueno?

-- Me caso.

Dijo al verle y le robó otro de ese plato, comiéndoselo con hambre, Can le hizo detenerse y siguió haciendo lo que tenía que hacer. Después de un rato, al terminar, se comieron el resultado y salieron de ahí para ir a casa.

Al subir al auto, Tin le miró al instante.

-- No deberías quedarte tan tarde. ¿Cómo no quieres que me preocupe?

-- Tengo cosas que hacer.

-- Entonces dime y te acompaño, o te recojo.

-- Que controlador... -- se ríe -- Por si lo olvidas, me tienes a alguien siguiendo los pasos... ¿Cómo me encontraste?

-- Era mi última opción llamarle y preguntarle donde estabas. -- niega avergonzado -- pero nunca saliste, o quizás no te vi cuando te fuiste... no tienes teléfono para llamarte

-- Seguro... -- dice sonriéndo -- ¿Quién me dice que no lo hiciste para saber que hago? Tal vez eres muy celoso... no se..

-- Aun no confío en Blue. -- le ve -- Pregunté esa noche si había pasado algo contigo, y me dijo que te molestaron...

-- Puedo cuidarme... -- se voltea

-- Pero no contra muchos.. -- niega al verle

-- Ya. -- le ve -- déjalo así, ya no quiero hablar de él que me dan agruras

-- ¿Puedo preguntarte algo? -- le ve con más atención, haciéndo que Can le vea fijo esperando su pregunta -- ¿De verdad él te gustaba?

-- ¿Eh? -- traga saliva. Mira sus pies pero, responde -- Me gustaba mucho...

Haciéndo que Tin asienta y moje sus labios algo incómodo.

>> Hasta que lo conocí... -- Can le sigue diciendo -- me di cuenta que solo era, una ilusión...

A QUE NO ME DEJAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora