EXTRA. Tres horas

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Un gran suspiro, una entrecerrada de ojos y de paso, los brazos cruzados hacían a Tin ver enojado.

No es que nunca lo esté pero hoy, estaba que su sangre hervía, mira a su alrededor esperando a que su teléfono suene y así poder colgarle. Ese era su berrinche.

Mueve su pie, oye como tocan la puerta un par de veces así que mejor abre una carpeta, finge prestarle toda su atención pero casi lloriqueo cuando su padre entró a su ahora nueva oficina.

Hace unos años que han salido de la universidad, pero para Tin estos últimos dos días, habían "valido" nada para Can.
Si, ese tipo que se la había vivido huyendole y después había llorado por su ausencia, había "Roto" todo lo que construyeron en sus casi cinco años de relación.

Pero es que Can...

-- ¿Ya leíste eso? Es un buen contrato pero.... -- su padre le ve -- ¿Tu qué harías si lo firmaras en verdad?

-- Irme al otro lado del mundo en ese barco.

-- Bueno... -- asiente dudoso -- Así déjalo.

Le sonrió muy falso y el hizo una mueca, de seguro ahora pensaba que era un idiota. Y si, quizás no estaba tan alejado de la realidad pero ahora estaba en su punto mas bajo.

Su teléfono sonó, echó un vistazo sobre la mesa y rápidamente colgó aquella llamada. Era la guerra. Desde anoche, era la guerra mundial pero Can, claro que había sentido que había lastimado de verdad a ese chico que le esperaba horas cuando iban a la escuela.

Tocan la puerta de nuevo, Tin ve como se abre y de nuevo, no era quien pensó, ahora, era un chico más grande, más risueño y se burla de él al verlo de esa manera. Pete había vuelto a aparecer hace unos meses y para Tin había sido de lo mejor, lo había extrañado mucho, así que todo el tiempo que le mandaron a estudiar fuera, había valido la pena si al final iban a volver a encontrarse y ser amigos como antes. Aun había un poco de molestía por parte de ambos padres pero, ya eran más adultos y no podían prohibirles tanto.

-- ¿Y esa cara? -- se ríe su amigo -- ya iba a mi trabajo pero quise pasar a divertirme un rato.

-- Mejor vete... -- voltea su cara

-- Que dramas eres. -- ríe -- ¿Crees que Can te va a cambiar por su compañero de trabajo? -- alza una ceja divertido

-- Ni lo repitas.

-- Por favor. -- ríe de nuevo

-- Quizás... -- dramatiza -- Quizás ya no me quiere tanto...

-- ¡Tin! -- no soporta la risa -- ¡Oyete!

-- Tu no los viste afuera del restaurante riendose y luego, que ese tipo confianzudo le tomara de la mano.

-- Pero Can lo quitó, ¿No?

-- Aun así... -- le ve -- pasa más tiempo con él que conmigo.

-- ¿De verdad estás preocupado? -- le ve más serio -- Piénsalo, y no es que esté bien lo que voy a decir lo se. Pero ¿Can te va a cambiar por el que le ayuda a pícar verdura?

-- Como si le importara. -- chasquea los labios

-- Ya, Tin... Cálmate. Si tanto te preocupa ese tipo, pues ve y vuelve a hacer que Can "Se fije en Tin" -- dramatiza -- Eres un dramático.

-- Ya mejor así déjalo. -- voltea otro lado -- ¿Sales tarde hoy?

-- Aun no lo se. -- le ve mas relajado -- pero tengo que irme ya, solo venía a verte un momento, dejé a mi chófer allá abajo comprando café. -- sonríe

A QUE NO ME DEJAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora