A QUE NO ME DEJAS

Capítulo XII. Ya no

Si no le dijeran que han sido los días más difíciles de su vida hasta ahora, de todos modos lo sabría. Han sido unos días tan horribles, tan estresantes porque ademas de que solo quedan dos semanas para terminar y salir de vacaciones, ya no iba a ver a Tin, ¿En dónde iba a encontrarlo? Él iba a salir de su camino y sinceramente, esa idea le hacía sentir mal.

Y mal como cuando sabes que has hecho algo malo y debes arreglarlo.

Espera con todo su corazón, que esta vez Tin sea más comprensivo, que lo escuche, que hablen para así, decirle que además de que lo siente, le quería también, que después de todo le gustaba de igual manera o incluso hasta más. Se había ganado su corazón y no solo por toda la comida que le compró, quizás, desde la primera vez que salió con él tal vez supo que había diferente pero no lo vió.

Quizás se lo merecía, quizás se merecía que Tin le dejara de querer y ese fuera su castigo por haber tal vez, jugado con muchas personas.

Sabía ahora lo que era y sinceramente, quería que Tin lo perdonara por haberle dicho aquello, hacerle entender que al principio iba a usarlo como al primo de Blue, había hecho giritas corazón de Tin. Ese "Ya no", había sido peor que un "No te quiero".
Mira la bolsa que tiene en su mano izquierda, con un topper dentro y espera con su esperanza, que ese chico castaño que siempre le sonreía aceptara lo que siempre le pidió. A lo mejor no era el mejor momento pero de alguna forma iba a compensarlo.

Avanza con toda la poca actitud que le queda, mira de un lado a otro por esa facultad que no conoce pero el autobus le dejó casi enfrente de ahí, ahora tendría que cruzar casi toda la escuela para llegar a su escuela pero no le importaba, solo miraba de un lado a otro para ver si podía encontrarle.

Pero lo único que encontró fue a un tipo alto que le miraba a lo lejos y mejor se volteó hacía otro lado, no le iba a dar el gusto si quiera de verlo, le caía mal, desde que le dijo todo aquello cuando le conoció, Pete se había hecho su "enemigo", o al menos eso parecia.

-- ¿Y tú que haces aquí? -- se le acerca ese chico -- ¿Buscas nueva presa? Siempre supe lo que eras.

Cruzando los brazos, Can le hace una mueca pero no se iba a dejar, una cosa era lo que Tin le había contando, y otra, lo que de verdad pasaba entre ambos.

-- Me importa muy poco lo que digas tu.

-- Oh... -- sonríe -- pero si sigues siendo la misma persona... ni siquiera se porqué Tin sigue así por ti. Eres, pero si de lo peor.

-- No vengo a pelear contigo... -- niega -- veo que, estas enojado, ¿Ya te le confesaste y te rechazó? No es mi culpa que yo sea mejor que tú.

-- Que... -- bufa -- irritable eres.

-- Lo mismo digo. -- le mira -- y ya. No quiero oírte que me molestas, mejor dime donde está Tin. Quiero hablar con él.

-- Juras que te diré.

-- Lo busco yo. -- le sonríe

-- Como siempre... -- le sonríe devuelta -- ¿Necesitas que de el primer pago de una casa?

-- Tu no te metas. -- le señala -- Yo jamás le pedí nada a Tin.

-- Claro que no.. -- niega -- yo se que todo lo que hizo por ti fue para hacerte sentir bien, pero tu... te estabas reservando lo mejor para el final, ¿No?, y ya de paso que te pagara el título también.

-- Tan... odioso, a ti no tengo porqué darte explicaciones, entrometido-- entrecierra los ojos -- Me voy. De paso si me da tiempo te busco un novio o algo para que te quite lo amargado y dejes de meterte en donde no te importa