8

35 7 0
                                    

"Entonces te das cuenta que no es quien te mueve el piso, sino quien te centra. No es quien te robe el corazón, sino quien te hace sentir que lo tienes de vuelta".

- Mario Benedetti.

CAPITULO 8

"¿Que significa tus besos?"

JENNIE

Supongo que el primer amor siempre suele estar lleno de carencias e inseguridades, pero también es especial y mágico. Porque, cuando descubres lo que es enamorarse, no estás preparado para sentir todas esas emociones abrazándote, ni mucho menos para gestionarlas. Así que solo sientes, amas, te lanzas. Vas sin frenos porque todavía no sabes que al final del camino hay una pared contra la que terminarás chocándote. El problema es que luego sí lo sabes. Cuando vuelves a sentir ese cosquilleo, recuerdas lo que te ocurrió, el dolor del golpe, así que decides ir más despacio, pero, claro, eso tiene sus consecuencias; la reflexión frente al acto impulsivo, la calma frente a la intensidad. Y empiezas a ver gris lo que antes eran colores vibrantes.

Si esto es confusión o es acto de una persona egoísta de sus deseos internos.
Prefiero besarte en el infierno, mientras te espió cada pecado.... Ver tú suave piel, tus labios en forma de corazón cubren con ese labial color rojo valentino, me hace exigirte.... me hace querer coger cada parte de tí.

¿Jennie ésto es correcto? ¿Qué es realmente éste beso? — preguntó la joven curiosa quién fue robado un beso —.

Si lo miras de una manera prohibida ésto, solo es un beso, de dos adultos que temen al compromiso y el otro quiere ser amado. — reprimí a la joven mujer que buscaba una repuesta —.

"Me hace desearte de manera enfermiza, quiero que olvides por completo tus modales pequeña traviesa, porfavor permíteme ver tus deseos impuros.
Por qué está noche quiero olvidar que eres mi cuñada"

Amaba por completo el restaurante, era acordé a mis gustos, la comida era deliciosa, pero, por un momento olvide nuestra conversación de hace unos minutos. El restaurante era famoso para los amantes que deseaban privacidad solía visitarlo a menudo pero sin un acompañante, siempre pedía la sala 'vip' por lo amplia y privada que era.

Pero en este momento estaba con esta pequeña quién ahora tocó mi cara de nuevo con su mano libre, deslizando su toque suave y preciso por su piel hasta que sostuvo mi barbilla mientras su otra mano aún sostenía el cinturón que me sujetaba.

¿Quieres hacerlo? Si dices que no, podré detenerme en este momento pero si dices que sí. No habrá vuelta atrás — pregunté, segura de mi palabra —.

Quiero hacerlo, porfavor, Jennie tócame. Quiero ser sometida — exclamó la joven quién aún avergonzada y ruborizada por el licor me beso intermitente —.

No dude tras escuchar sus exigencias, ¿ésto era el platillo principal que el hotel ofrecía?. No dude en tirar todo lo que estorba en el comedor. Para finalmente hacer un movimiento, arrastrando el dedo índice y el dedo medio hasta presionar sus labios, tirando de ella hacia abajo antes de forzar sus dedos dentro.

¿Duele? — pregunté mientras buscaba la mejor comodidad para ella, temía que esto se repitiera, ¿quién hace una discusión con su cuñada y termina en acto sexual? Esto no podía salir de nosotras dos... era nuestro secreto—. Dime si te duele, quiero que esto sea una experiencia, Lisa.

En un gesto levemente involuntario, sostuve su puño con ambas manos, sintiendo sus dedos descansando en mi lengua esperando algo, pero no sabía cómo hacerlo bien, así que la miré con la súplica dominando mis ojos, rogándole que me guiara cuando aparté su mano, haciendo todo lo posible por su partes íntimas, quién era la zona más sensible de ella, pequeños jadeos refunfuñando y su calor hacia que su cuerpo sudara más, ignorando por completo que estábamos haciéndolo en un restaurante para dos personas.

Esto hacia que no me detuviera, no sentía vergüenza alguna, ella quería ser tocada por mí, su abdomen plano y esbelta figura respondía antes mis ligero y sutiles tactos, rogaban por más.

Usa tu lengua... —Dijo, con voz ronca—.

Todavía insegura de lo que estaba haciendo con ella, lamí su parte sensible; dentro de mi boca y continué analizando su rostro con cada movimiento que hacía, siempre buscando su aprobación que provenía de la forma en que entrecerraba los ojos o apretaba la mandíbula, intentando tapar su vergüenza y sus gemidos, quería escucharla pero no podíamos ser escuchados por meseros afuera de esta habitación.

Eres demasiado preciosa Lisa, quiero, no, tienes que ser mía...parte de mí, quiero que supliques cada deseó de ser tocada por mí — exclamé mientras mis dedos rozaban sus senos, gritando un fuerte gemido —.

¿Quieres que pare? —dije firmemente mientras que la joven aún seguía excitada y cansada —.

— No, porfavor, no pares, hasta que me venga.

— Entonces, no hagas mucho ruido o los demás sabrán lo que estamos haciendo... ¿o te gustaría que en la otra sala escuchen como "comemos" en la mesa?

¡Maldita sea! Es un reto, pero me niego igualmente parar, me excitaba mí cuñada, esa pequeña mujer frágil de carácter fuerte, está ahora, acá conmigo.

Nuestros besos se hacían más intensos, mientras muerdo sus labios, cuando su lengua me lame de arriba abajo. Su toque es mágico, sabe qué debe morder y chupar. Realmente era una sumisa o es una masoquista que no termina de llenarse.

Espero que esto termine hoy, porque no podré controlarme luego de ésto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: a day ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

BLACK SWANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora