ᴘᴀʀᴋ ᴊɪʜʏᴇ
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Mientras las doncellas se movían con precisión en mi habitación, ajustando y apretando los cordones de mi corsé, sentía una mezcla de anticipación y familiaridad. El tejido de seda y brocado se adaptaba a cada curva de mi cuerpo, realzando la figura que a menudo contemplaba con una mezcla de admiración y curiosidad. Una vez que las doncellas terminaron su tarea y se retiraron con un murmullo de cortesía, me quedé sola frente al espejo de cuerpo entero, observando como el corsé esculpía mi figura en un contorno más definido.
La luz que entraba por la ventana acariciaba mi piel, y me incliné ligeramente hacia el espejo, permitiéndome un examen más cercano. Mis dedos se deslizaron suavemente bajo el corpiño, tocando la piel desnuda que se ocultaba bajo el apretado tejido. Sentí una sensación inesperada, una mezcla de excitación y autoconciencia. Los contornos de mi cuerpo se sentían más vivos, más presentes, como si el simple acto de ajustar mi vestimenta hubiera transformado mi percepción de mí misma.
Con una expresión que oscilaba entre la curiosidad y el deleite, observé como el corpiño acentuaba el perfil de mis pechos, dibujando líneas delicadas que se fundían con la elegancia del vestido. Mi piel, al contacto con mis propias manos, parecía vibrar con una suavidad y un calor que nunca había notado con tal intensidad. La sensación de poder y feminidad se entrelazaba en mí, y me pregunté si este nuevo nivel de autoconciencia también afectaría la manera en que los demás me percibirían.
El reflejo en el espejo no solo mostraba mi belleza exterior, sino que también revelaba una faceta de mí misma que comenzaba a explorar con un renovado interés. Era como si el corsé y el vestido fueran no solo adornos, sino también una puerta a una parte de mí que había permanecido oculta, esperando ser descubierta y apreciada en su totalidad.
Con una sonrisa juguetona, me permití una última mirada a mi reflejo antes de que los pensamientos de la tarde, de las miradas y las conversaciones, comenzaran a llenar mi mente. La sensualidad de ese momento no era simplemente sobre la apariencia, sino sobre la confianza y el poder que sentía al abrazar mi propia feminidad.
Al avanzar por el salón, observaba con una mezcla de asombro y deleite como los preparativos para el aniversario de mis padres tomaban forma. Los artesanos y sirvientes se afanaban en colgar telas ricamente adornadas que fluían en cascada desde los altos techos, y en colocar arreglos florales que llenaban el aire con su fragancia delicada. Los colores de las decoraciones, en tonos dorados y burdeos, reflejaban una elegancia que prometía una noche memorable.
Las luces de las velas titilaban con un resplandor cálido, proyectando sombras danzantes sobre las paredes y creando un ambiente de ensueño. El salón, transformado en un escenario de lujo y sofisticación, estaba listo para recibir a los distinguidos invitados que habían sido convocados para celebrar este evento especial.
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Seductora De Corazones © KIM TAEHYUNG
RomanceEn una época del Renacimiento donde el intelecto y el encanto son armas poderosas, 𝗣𝗮𝗿𝗸 𝗝𝗶𝗵𝘆𝗲, una joven de diecinueve años, se embarca en un cautivador juego de seducción. Sus tres pretendientes, cada uno con un rol crucial en su vida, cae...