ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ
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El día en que llegué a la Mansión de los Duques Park, en el reino de Portugal del año de gracia de 1595, estuvo envuelto en una majestuosidad que evocaba tiempos antiguos. Desde el instante en que mi carruaje se detuvo en el empedrado de la entrada principal, el entorno me susurró un mensaje de opulencia y sofisticación que se extendía más allá de lo visible. El suelo, revestido con intrincados mosaicos de piedra, el diseño armonioso de los jardines con sus fuentes y estatuas, y el esplendor discreto de los carruajes de lujo alineados, ofrecían un preludio evidente a la magnificencia de la mansión.
Al abrir la portezuela de mi carruaje, el suave sonido del cerrojo resonó en el aire tranquilo, y empecé a ascender por la amplia escalinata de mármol. Cada peldaño parecía estar adornado con un refinamiento que reflejaba la grandeza de la familia que habitaba aquella residencia. El aroma sutil de las flores y las esencias de cera de abeja se mezclaban en una sinfonía de elegancia, mientras el fresco de la mañana envolvía el ambiente con una bruma delicada.
Al llegar a la entrada principal, me encontré con un criado que, tras inclinarse con respeto, me condujo a un espacioso salón de recepción. Los techos altos y las columnas de mármol ofrecían un sentido de grandeza y autoridad, mientras que el mobiliario exquisito y los cuadros de antiguos maestros confirmaban el estatus elevado de la familia Park.
Poco después, el Duque Park, hizo su entrada. Su porte imponente y su atuendo de terciopelo verde oscuro denotaban tanto su autoridad como su aprecio por el arte y la cultura. Me recibió con una sonrisa que mezclaba cordialidad y una pizca de formalidad.
—Bienvenido, señor Kim —Recitó él con una voz profunda y solemne, extendiendo su mano en señal de saludo—. Es un honor recibir a un erudito de tan alta reputación en nuestra casa.
—El honor es todo mío, Duque Park —Respondí con sinceridad, mi voz cargada de respeto y admiración—. Agradezco la oportunidad de instruir a su hija en el arte de las letras y en la historia, y estoy comprometido a brindarle lo mejor de mis conocimientos.
—Confío en que lo será —Dijo él, con una mirada que reflejaba tanto expectativa como seriedad—. Mi hija Jihye es la menor de mis hijos, es una señorita excepcionalmente dotada —Afirmó con un tono que denotaba tanto orgullo como preocupación—, y aunque no es común que las mujeres de nuestra posición reciban formación en letras de esta índole, creo que su educación puede beneficiarse grandemente de su instrucción. Espero que, bajo su tutela, pueda desarrollar plenamente su intelecto y habilidades. Su educación es de suma importancia para nosotros.
No pude evitar sonreír ante la alusión de la señorita Jihye. La reputación de ella y su carácter ya habían llegado a mis oídos. Era conocida por su agudeza mental y su temperamento independiente, cualidades que a menudo desafiaban las expectativas de la sociedad.
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Seductora De Corazones © KIM TAEHYUNG
RomanceEn una época del Renacimiento donde el intelecto y el encanto son armas poderosas, 𝗣𝗮𝗿𝗸 𝗝𝗶𝗵𝘆𝗲, una joven de diecinueve años, se embarca en un cautivador juego de seducción. Sus tres pretendientes, cada uno con un rol crucial en su vida, cae...