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𝐴𝑠 𝑤𝑒 𝑡𝑢𝑚𝑏𝑙𝑒 𝑡𝑜 𝑡ℎ𝑒 𝑔𝑟𝑜𝑢𝑛𝑑, 𝑎𝑛𝑑 𝑡ℎ𝑒𝑛 𝑦𝑜𝑢 𝑠𝑎𝑦...

Cada vez que lo veo en el jardín practicando sus saltos temporales, siento que está más cerca de irse... De irse completamente. Sé que esto va a fallar, que algo ocurrirá, y aunque trate mil veces de hacer saltos sin arrastrarme, fracasa.

Su cara quedó muy mal luego del entrenamiento, y me importa muy poco, mamá tuvo que coserlo, hacerle algunas suturas y han pasado 3 días en donde no me mira a la cara.

Hemos vuelto a las andanzas de antes, él me "detesta" y yo sigo su juego con rencor por lo que me hizo. Gracias a Allison, olvidó completamente su confesión y todo lo que ocurrió el último mes, dejó cosas importantes e incluyó una discusión ficticia para que entendiera mis motivos al golpearlo así.

Estoy sentada en el jardín, saltando de un lugar a otro al rededor de todo el lugar cada vez que Cinco viaja, encontré la manera de llegar sentada a cada lugar y la verdad, ya estoy cansada.

—Cinco, llevamos horas aquí... ¿Puedes parar ya? —me levanto.

Me mira frustrado —No.

—No seguiré saltando de un lugar a otro. Ya detente —camino hasta él.

—Ocho, necesito seguir practicando. Y si no te importa, tu no tienes nada importante que hacer, así que haz silencio, tómate un calmante y duérmete en el maldito suelo, yo seguiré haciendo esto te guste o no. —me habla fuerte.

—Eres un imbécil, solo te preocupas por ti.

—Si, siempre he sido así. ¿Algún problema con eso, hermanita? —me da la espalda.

Me quedo callada porque si hablo, lo mando a volar. Solo camino y entro a la casa a desayunar. Porque llevamos desde las 3 de la mañana haciendo eso, ya que según el "no hay tiempo".

—Siéntense —ordena papá cuando todos estamos frente a nuestros asientos.

Nos acomodamos, y empezamos a comer como de costumbre. Veo a Cinco frente a mi sin tocar el plato, viendo seriamente a papá y retandolo con la mirada.

Clava un cuchillo en la mesa, llamando su atención.

—Número Cinco...

—Tengo una pregunta —dice con voz arrogante.

—El conocimiento es una meta admirable, pero sabes que está prohibido hablar durante las comidas.

Cinco empuja su plato haciendo que choque con el mio y vuelve a mirarlo —Quiero viajar en el tiempo.

—No.

—Pero estoy listo. Practique los saltos espaciales como me dijiste —Se teletransporta a su lado—, ¿ves?

—Un salto espacial es insignificante comparado con las incógnitas del viaje en el tiempo. Uno es como deslizarse por el hielo, el otro es como descender a ciegas a las profundidades del agua helada y reaparecer como una botella.

—Pues... No lo entiendo —Responde Cinco.

—Y es por eso que no estás listo. A demás, podrías arrastrar a número Ocho.

El y yo cruzamos miradas, y definitivamente estoy aterrorizada.

—No me da miedo —Dice.

—No es la cuestión, los efectos que tendría en tu cuerpo y en tu mente son impredecibles. Escucha, te prohíbo que vuelvas a hablar de esto.

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⏰ Última actualización: Aug 10 ⏰

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𝗠𝗔𝗡𝗜𝗔𝗖 | 𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠 ☕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora