06☢︎︎

137 13 1
                                        

𝐻𝑜𝑙𝑑𝑖𝑛' 𝑜𝑛𝑡𝑜 𝑜𝑛𝑒 𝑎𝑛𝑜𝑡ℎ𝑒𝑟'𝑠 ℎ𝑎𝑛𝑑

Me quede esperando cualquier reacción, menos que Cinco se sentara a dormir en el suelo tomándome la muñeca.

Me quedo mirando el techo por un buen rato. Me acuerdo de nuestras discusiones sin sentido y los entrenamientos.

—Más te vale que corras o...

—Yo nunca corro, y menos por ti —Le dije mientras lo paralizaba con mis poderes—, hazte otro sandwich, este ya es mio.

Ama los sandwiches con mantequilla de maní y malvaviscos, y odio admitir que es una buena combinación, suelo robarle un poco, pero esta vez me atrapó.

Me río sola de esa escena, y llega otra.

—Alguno debe donarle sangre, está muy débil —Mamá los mira.

—Yo lo haré —Dicen Klaus, Ben y Cinco al mismo tiempo.

Aún un poco consciente lo miro extrañada —¿Y después vas a sacármela mientras duermo? ¿O seré tu sirvienta por una semana?

—Que te ayuden estos idiotas entonces. Malagradecida. —Desaparece.

En las noches pasaba a ver como estaba.

Y nunca se me olvidará el día que todos hicimos un picnic en el jardín cuando papá se fue de viaje.

—¡Vanya, se irán volando tus hojas! —Grita Diego.

Cinco las toma y las lee antes de entregárselas —Al menos tu si tienes un hobby que sirve.

—Gracias, Cinco —Responde Vanya.

—No como otras por aquí... —Me mira.

Lo miro ofendida —Hacer galletas es un buen hobby.

—Se queman y saben horribles, casi se nos rompen los dientes, Ocho.

—¡Aun así te las comiste!

—Desafortunadamente.

Y empezó una guerra de galletas entre nosotros, luego se unieron los demás y confirme que tenía razón cuando una golpeó mi frente y me dejó una marca.

Parecían de concreto.

Tal vez nunca tuvimos fuertes discusiones, siempre era una guerra pequeña por poder y ver quien era el mejor. Los últimos días hemos sido cercanos, pero nunca esperé estar durmiendo a su lado y que tenga su mano allí.

Solo es porque tiene pesadillas y yo puedo quitárselas por el momento. Supongo y espero.

He pasado tanto tiempo "odiandolo", que no puedo pensar en que tenga corazón y esté siguiéndome por eso.

Me vuelvo a dormir y logro no soñar lo mismo otra vez, cuando despierto no sé que hora es y Cinco ya no se encuentra a mi lado. Las ondas ya no están en mis venas y supongo que papá ya vino, ¿lo habrá visto?

Cinco
Carajo, claro que me vio.

Me dormí a su lado y parece ser milagroso, duermo bien y sin torturas.

Pero papá llegó y me despertó. Ahora estoy sentado en su oficina y espera una explicación. Y de verdad espero no arruinar el avance con lo que diré.

—Quiero una explicación, Número Cinco. ¿Qué hacías durmiendo al lado de Número Ocho? ¿Por qué?

—Llevo semanas teniendo pesadillas que no me dejan dormir, y grito cada vez que las tengo. Y ella con sus poderes ha logrado ir desvaneciendolas, pero no del todo. En la noche tuve otra vez y decidí ir para poder dormir un poco y estar listo para seguir mi castigo.

—¿Por qué no sabía de esto?, hay que resolverlo ya. Debo realizar estudios y exámenes.

—¿Qué hago yo?

—Ve con Grace a buscarla y los veré en la enfermeria en 15 minutos, ni más ni menos.

Clarity/Ocho
La puerta se abre dejando entrar a Mamá y a Cinco. No quiero verlo, es incómodo, no entiendo que ocurre con él.

—Tu castigo ya terminó, levántate —Dice mamá—, tenemos que ir a la enfermería a realizarte algunos exámenes junto a Cinco.

—¿Por qué? No comprendo.

—Papá me descubrió aquí esta mañana, y tuve que explicarle... No le dije todo.

No respondo ni lo veo. Solo camino con ayuda de mamá ya que estoy débil por el líquido en mi sangre.

Llegamos a la sala y me acuesto en una camilla seguida de Cinco. Nos toma sangre, hace un escaneo de mis poderes y realiza una foto a mi cerebro con una cámara especial.

—¿Ves algo raro, Grace? —Pregunta papá entrando.

—Esta parte del cerebro de Ocho esta más iluminada que las demás. Debe ser el lugar en donde guarda o se reproducen esas pesadillas de las que habló Cinco.

—¿Y los exámenes de sangre?

—Ocho tiene partículas azules que aparecen y desaparecen con los minutos. Y si juntamos los dos frascos —Busca los dos y los pone uno al lado del otro—, la sangre de Cinco tiene estas partículas pero no desaparecen ya que es su poder.

Mi frasco tiene mis partículas violetas y azules de Cinco.

—Eso no es posible —Habla mi hermano al fondo.

—¿No estas viendo que si? —le respondo.

Me gano una mirada de molestia la cual ignoro.

—¿Cómo puedo sacarlas?

—No es fácil, Número Ocho. No entiendo el porqué de estas pesadillas, pero están acabando con los dos por igual. Y al usar tu poder en él cuando absorbes lo de su mente, estás tomando el suyo.

—No puden estar lejos, Reginald —Dice mamá—, Es complicado, pero, deben estar juntos en la noche para estudiar y ver que es lo que pasa de ahora en adelante, tal vez así tengamos un control.

—¿Tengo que compartir habitación con Cinco? —Me levanto.

—Por el momento, si.

—Suerte con eso, hermanita —Dice Cinco levantando las cejas antes de desaparecer de la sala.

—Le diré a Número Uno que pase su cama a la habitación de Número Cinco para que duermas allí está noche, e instalare cámaras para monitorear cualquier cosa que pase con sus poderes. Nunca creí que esto podría pasar.

¿Por qué me pasa esto a miiii?

𝗠𝗔𝗡𝗜𝗔𝗖 | 𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠 ☕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora