𝐀𝐥𝐦𝐚𝐬 𝐄𝐧 𝐏𝐚𝐳º Eren Jeager

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Asalto
Narrador

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Año 854

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Bajo los escombros del edificio destruido por Eren, Falco despierta al oír los sonidos de las ametralladoras y los gritos de dolor de quienes se encuentran cerca. Al abrir los ojos, presencia la terrible carnicería que está ocurriendo en la ciudad donde nació y creció. Varios soldados del Cuerpo de Exploración se mueven por los aires mientras combaten a los titanes enemigos, que hacen todo lo posible para repeler la amenaza en su territorio. Falco voltea hacia arriba y observa a Eren en su forma de titán sosteniendo a la Srta. Tybur (quien seguía dentro del cristal) en su mano. Mikasa trata de volar el endurecido capullo con una lanza relámpago, pero este no se quiebra. Eliana también lo intenta, pero nada. Falco se da cuenta de que aquel titán es el hombre a quien llegó a considerar un amigo y por el que fue manipulado. Al ver tanta muerte, se pregunta cómo sobrevivió y recuerda que Reiner usó sus poderes para protegerlo al generar un cuerpo incompleto del Titán Acorazado.

—¿Qué está pasando? —susurra Falco, tratando de calmar su respiración agitada.

Se incorpora con dificultad y mira a su alrededor. Escombros, fuego y cuerpos esparcidos por doquier. Entonces, ve a Reiner parcialmente transformado y atrapado bajo los escombros. Corre hacia él.

—¡Reiner! ¡Reiner! —grita Falco, sacudiéndolo suavemente—. Despierta, por favor. Lo siento, esto es mi culpa.

Reiner sigue inconsciente. Falco se da cuenta de que Braun sigue vivo pero ha perdido el conocimiento. Luego nota que, por alguna razón, las heridas de Reiner no han empezado a sanar.

—Las heridas solo pueden curarse si tienes una fuerte voluntad de vivir —recuerda Falco en voz alta, sintiendo un nudo en la garganta—. Reiner, por favor, no te rindas ahora.

Falco le dice:

—Iré por ayuda, no te preocupes. Solo... solo aguanta un poco más, ¿sí?

Se aleja corriendo, buscando desesperadamente a alguien que pueda ayudarlos. Zeke continúa arrojando piedras a un escuadrón del Cuerpo liderado por Jean, quienes consiguen esquivar el ataque. Dos de los soldados se mueven por su cuenta con intenciones de atacar al Titán Bestia, pero son liquidados por Pieck y la unidad panzer. Otro soldado aparece por encima de ellos con el propósito de atacarlos y el rango de disparo de las ametralladoras no es el necesario para poder alcanzarlo. Cuando parece que todo está en su contra, Porco salta hacia el soldado y lo asesina de un fuerte golpe.

—Gracias por salvarnos —le dice Pieck.

Porco se desprende momentáneamente de su forma titán para advertirle.

—Ten cuidado con el Ackerman, está oculto en algún lugar cerca de aquí. No puedo creer que Eliana nos haya traicionado.

Pieck niega con la cabeza.

—Ella no haría eso porque sí, confío en ella.

Los dos fijan su mirada en Eren quien está a punto de devorar al Martillo de Guerra, pero la gruesa coraza de cristal impide que pueda comerla y por ello su mandíbula se despedaza.

—Ese material es tan duro como el capullo en el que se encerró Annie hace un par de años —menciona Eren con frustración—. Será imposible romperlo, pero al menos la mujer ha agotado su poder, de lo contrario ya habría perforado mi nuca.