𝐀𝐥𝐦𝐚𝐬 𝐄𝐧 𝐏𝐚𝐳º Eren Jeager

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FinalizandoEliana Müller

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Año 854

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Mientras la guerra se extendía en un paisaje desolador, la situación parecía irremediablemente sombría. Marley, utilizando a los eldianos como soldados, se enfrentaba a las Fuerzas Aliadas del Medio Oriente. Falco, un joven soldado herido y aturdido, miraba al cielo en busca de consuelo en el vuelo de un ave que pasaba sobre el campo de batalla. Levantó el brazo, en un acto desesperado de esperanza, deseando que el ave pudiera escapar del caos que lo rodeaba.

—Huye —murmuró Falco, su voz temblorosa mientras trataba de captar la atención del ave.

El llamado de Falco no pasó desapercibido. Su hermano Colt, al ver la desesperación de Falco, salió de las trincheras a riesgo de su vida para salvarlo. Se acercó a Falco y le prestó su casco, que había recibido un golpe durante la explosión.

—Mantén esto —dijo Colt, ajustando el casco sobre la cabeza de Falco—. Te protegerá de más daño.

En medio del caos, Colt pidió a los reclutas que curaran las heridas de Falco. La preocupación era palpable en su voz cuando se dirigió al comandante Magath.

—El frente ha sido devastado por una granada —reportó Colt, con un tono grave—. Muy pocos soldados sobrevivieron.

Magath, con una mirada severa, exigió saber si habían logrado cavar una trinchera adelante. Colt, con preocupación evidente, respondió que era imposible debido a la ventaja del enemigo. Un soldado marleyano le recordó a Colt que un eldiano no debía cuestionar a un marleyano, especialmente en presencia del comandante.

Mientras se atendían las heridas de Falco, él perdió el conocimiento y comenzó a olvidarse del motivo de la guerra. Udo, uno de los soldados presentes, le recordó a Falco que habían estado en guerra durante cuatro años y que él se golpeó la cabeza durante el combate.

—Llevamos cuatro años en guerra —dijo Udo—. Te golpeaste la cabeza y te desmayaste.

Gabi, compañera de Falco, trató de animarlo, explicándole que la guerra podría terminar si lograban hundir la flota de las Fuerzas Aliadas del Medio Oriente. Sin embargo, antes de eso, debían capturar el fuerte Slava.

Zofia, confundida, preguntó si los barcos no podían alcanzarlos desde su posición actual. Udo, sumido en la desesperación, respondió que Marley apenas había logrado tomar el control del mar después de perder la mitad de su flota en cuatro años de conflicto. La prioridad era tomar el fuerte.

Gabi, mientras construía un explosivo, gritó a Udo por apretar demasiado las vendas en la cabeza de Falco. Udo, sorprendido, se disculpó rápidamente. Falco, aún confuso, se preguntó por qué, siendo solo reclutas, debían estar en la línea frontal.

Gabi, con entusiasmo y determinación, le explicó que era parte de la selección para el siguiente "guerrero". El comandante Magath había decidido que el "guerrero" debía pasar una última prueba en las líneas frontales, y el elegido se uniría a la operación para suprimir la isla Paradis y heredaría el poder del Titán Acorazado.

—El comandante Magath decidió que el "guerrero" debe pasar una prueba final en el frente —dijo Gabi con una sonrisa—. El elegido formará parte de la operación para suprimir la isla Paradis y heredará el poder del Titán Acorazado.