𝐀𝐥𝐦𝐚𝐬 𝐄𝐧 𝐏𝐚𝐳º Eren Jeager

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Guerra

Eren Jeager

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Año 854

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Desde el suelo del escenario, Willy anunció la amenaza de Paradis, describiendo un ataque retumbante causado por los Titanes Colosales.

Tybur agregó que solo los miembros de la familia real pueden usar el poder del Titán Fundador, pero según el informe de Reiner Braun, había alguien que podía usar ese poder sin ser de sangre real.

Willy dijo que yo, Eren Jaeger, era una amenaza seria para la humanidad. Si me unía con Eliana, la situación sería aún más grave. Mientras escuchaba, preparaba mi transformación. Falco, desde el rincón del sótano, observaba con terror. Su pierna, ahora regenerada, no era suficiente para calmar su angustia.

—Falco, lamento haberte usado - dije, recordando la carta que quería enviar a su familia.

—¿Realmente estaba destinada a ellos? - preguntó Falco, horrorizado.

—No, era para unos "amigos" - respondí, viendo cómo el horror se apoderaba de él.

Falco se desplomó, incapaz de soportar la verdad.

Willy seguía hablando, advirtiendo sobre el ataque retumbante. A pesar de las armas desarrolladas en Marley, nada podría detener a los millones de Titanes Colosales. Describió cómo estos gigantes aplastarían civilizaciones y ecosistemas, dejando una tierra desolada. Willy estaba desesperado por actuar pronto.

—Tienen la oportunidad de capturar al Titán Fundador - pensó Falco. - Está justo frente a nosotros. Todo depende de mí y de Reiner.

—Las palabras de Willy son ciertas - dije a Reiner. - Puedo destruir el mundo. Pero tú y tus compañeros también son malos.

Recordé el día en que el Muro María fue destruido y cómo uno de los titanes devoró a mi madre.

—¿Por qué tuvo que morir Carla? - le pregunté a Reiner.

—Porque destruyeron el muro - respondió Reiner.

—¿Cuál era el objetivo de destruir el muro? - insistí.

—Parte de nuestra misión era causar caos y confusión para infiltrarnos entre la población de las murallas y observar al rey - explicó Reiner.

—¿Por qué Eliana debe morir? - inquirí.

—No queremos tener a una descendiente de Ymir Fritz - dijo Reiner.

—¿Cuál era la misión real? - pregunté.

—Era retomar el poder del Titán Fundador para salvar al mundo - contestó Reiner.

Reiner recordó que hace cuatro años le prometí a él y a Bertolt una muerte dolorosa. Me preguntó si había venido a Marley para cumplir esa promesa.

—Olvidé eso - le respondí. - Finge que nunca escuchaste esas palabras.

Describí mi travesía por el océano, cómo dormí bajo el mismo techo que mis enemigos y me alimenté de lo mismo que ellos.

—Ambos somos iguales - le aclaré. - Encontré personas molestas y hombres buenos. Al otro lado del océano, en el interior de las murallas, es lo mismo. La diferencia es que los niños son manipulados para pensar que son diferentes, que viven entre demonios.