"Hay veces que las almas gemelas estan destinadas a encontrarse, pero no a permanecer juntas"
"Pero nosotros si estamos destinados a permanecer juntos"
La supermodelo de renombre internacional Daniela Almeida se ve envuelta en un torbellino de emoci...
Estábamos en camino al PentHouse, cuando llegamos al último piso le dí el honor a Daniela de abrir la puerta, le entregué la tarjeta y ella solo me quedo mirando confundida, solo le hice un gesto con la cabeza de que continuara.
Abrió la puerta y las luces estaban apagadas, ni siquiera se detuvo a prenderlas, había un balcón gigante donde se podía admirar todas las luces de New York.
Solo ví como Daniela sacó su celular para capturar una foto del hermoso paisaje.
¿Le gusta...? -Le pregunto a centímetros detrás de ella.
Ella simplemente dejó su celular a un lado para voltear a verme, quedamos a centímetros de distancia.
Daniela... -Tome aire para seguir, ella solo me miraba con los ojos cristalizados.
Lamento mucho haber cometido un error que ha lastimado nuestros corazones y nuestra relación. No hay excusas para lo que hice, y entiendo el dolor que te causé. Te pido perdón de todo corazón por la infidelidad que cometí. Espero que podamos encontrar la manera de sanar juntos y fortalecer nuestra relación, aprendiendo de este error para construir un futuro más sólido y lleno de amor entre nosotros. -Le digo con lágrimas en las mejillas, mientras tomaba su mano y acariciaba su brazalete.
Ví como su porte de mujer fuerte se fué desvaneciendo, miró hacia abajo y pude notar como lágrimas salían de sus ojos.
Tomé su rostro y limpié sus lágrimas, nos miramos a los ojos y acerqué su rostro hacia el mío, lentamente bese sus labios, ella en ningún momento se negó, no fué un beso salvaje, fué un beso en el que me dí cuenta lo mucho que la necesito en mi vida. Al terminar le dí una leve sonrisa y la abracé, nos quedamos minutos así viendo el paisaje. No tuvimos un silencio incómodo, fué un silencio en el cual pudimos reflexionar todo entre nosotros.
¿Me acompaña? -Le pregunto alejándome un poco del abrazo, mientras intento ver su rostro en la oscuridad.
Ella simplemente asintió, tomé su mano y la guíe cuidadosamente hacía la habitación, había un poco de iluminación por las velas que puse anteriormente y le pedí al personal que las prendieran antes de mi llegada.
