¿Estamos de acuerdo que la primera clase del día es solo relleno? Bueno, pues la clase de Lectura lo era.
El profesor Clark vendría siendo como el profesor guía del grado. Siempre dispuesto a solucionar los problemas de sus queridos alumnos. Lamentablemente, comparto cinco clases con Charlie, pero el profesor Clark no puede solucionar eso.
Tengo a Charlie frente a mí y agradezco a los dioses por los escritorios individuales, si no, estaría sentada al lado suyo. Su espalda ancha está recubierta con una chaqueta de cuero sintético negro, al verlo así, con los codos en la mesa de manera despreocupada, la chaqueta sólo resalta más su presencia. Es molesto.
Decir en voz alta que Charlie era mi rival era reconocer que teníamos el mismo nivel y no estaba dispuesta a eso. Puede que ayer me haya ganado en la clase de Ciencias, pero sé que hoy yo le ganaré.
Lo que odiaba era ver nuestros nombres en el cuadro de honor, a veces él arriba del mío, y muchas veces más, el mío arriba del de él. La sensación que tenía en el vientre era similar a una torbellino cuando leía nuestros nombres escritos lado a lado. Juntos.
En las clases que no compartíamos se hacía más difícil llevarle el ritmo. No sabía muy bien cómo se empeñaba Charlie en ellas, además, sabía muy bien que no tenía un rival como yo. Siempre lucía como el número uno de su clase.
La primera vez que no ganamos en nada fue cuando nos postulamos, ambos al mismo tiempo, a la candidatura de la presidencia escolar. Alguno de nosotros dos sería el presidente o la presidenta, y yo no estaba dispuesta a ser vicepresidenta. Charlie tampoco. Hicimos una tregua, no competiríamos esa vez.
Por supuesto, desconfíe de Charlie y mandaba todo el tiempo a mi amiga Niah a por información. Niah es mi amiga desde hace dos años, ambas congeniamos gracias a la película Orgullo y Prejuicio. No sé, fue extraño si lo pienso ahora. Dos chicas llorando en el pasillo por un personaje que solo existe en los libros y las adaptaciones, para los demás pudo haber sido algo raro pero en ese momento nada importó.
En fin, Charlie mantuvo la tregua y no se postuló para ningún puesto en el consejo escolar.
Había sido criada para ser la mejor siempre y, cuando mi madre se enteró de Charlie, solo sonrío y me dijo «ya sabes qué hacer» como si yo supiera que hacer. Por supuesto que no lo sabía en su momento, pero ahora, sabía que mi madre quiso decir que no debería vivir bajo la sombra de un hombre, en este caso, Charlie.
Por supuesto, lo que ella dijo no me importó. Claro, no quería vivir bajo la sombra de nadie, pero Charlie para mí era más que digno. La última vez que tuve un rival así, fue en la primaria cuando Steven Pickett se sabía todos los colores en inglés y yo sólo sabía cuatro. ¿Puedes darte cuenta de la diferencia ahora?
Nunca admitiré que Charlie solo me motiva. Hay algo de euforia y excitación cada vez que observo su cara al perder. Cada vez que mi nombre está por encima del suyo. Me gusta ganar, eso es todo.
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𝗜 𝗖𝗔𝗡 𝗦𝗘𝗘 𝗬𝗢𝗨 | 𝗖𝗛𝗔𝗥𝗟𝗜𝗘 𝗕𝗨𝗦𝗛𝗡𝗘𝗟𝗟
FanfictionMaisie West y Charlie Bushnell son los mejores estudiantes de su escuela, conocidos tanto por sus logros académicos como por su feroz rivalidad. Ambos compiten en todo, desde las calificaciones hasta las actividades extracurriculares, siempre tratan...