Capítulo 12| Conflictos mentales

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Después de nuestro encuentro musical, la conexión con Carsyne, se volvía más fuerte con cada día, pero un dilema comenzó a carcomer mi mente, un conflicto entre la razón y el corazón que me obligaba a tomar una decisión difícil.

La brecha de siete años entre nosotros se hacía más evidente, y la realidad de mi posición como príncipe se imponía con fuerza. Comencé a sentir que me precipitaba demasiado rápido en esta intriga emocional. La idea de coquetearle a alguien menor, aunque solo fuera por unos años, empezó a pesar en mi conciencia.

Decidí tomar distancia, evitar sus ojos que parecían desentrañar cada secreto en mi corazón. Evitaba los pasillos que solíamos frecuentar juntos, buscando refugio en las responsabilidades de la corte. Pero, por más que intentaba convencerme de que esta era la decisión correcta, mi mente no dejaba de regresar a Carsyne.

Mis interacciones con ella se volvieron más escasas, mis palabras más medidas. Intentaba convencerme de que estaba haciendo lo correcto al dar un paso atrás, pero la verdad era que mi corazón se rebelaba contra mis propias decisiones.

¿Cómo podría resistir la fascinación que había nacido entre nosotros?

Gracias a los Sanktos la llegada de la familia Vorskov al palacio de Ravka sumió a la corte en un frenesí de preparativos y expectativas. Entre ellos, destacaba Irina, una joven de belleza deslumbrante que había sido mi amor platónico mucho antes de que la intriga con Carsyne comenzara a desplegarse.

En uno de esos días en los que el palacio bullía de actividad, Irina me buscó y, con una sonrisa cautivadora, preguntó por algún cuarto de música. Sin pensarlo mucho, la guie al mismo lugar donde había compartido momentos íntimos con Carsyne, aunque ella aún no conocía la historia que resonaba en esos rincones.

Al llegar, el piano se erigía como un testigo silencioso de secretos y emociones. Mientras Irina y yo comenzábamos a tocar juntos, la atmósfera se cargaba de una extraña tensión. Fue entonces cuando, rompiendo la armonía de las notas, Irina se declaró. Confesó haber estado enamorada de mí desde hacía tiempo.

En ese momento, mi mente se dividió entre el pasado y el presente. La voz de Carsyne resonaba en mi cabeza, y la sensación de estar traicionándola se apoderaba de mí. Irina continuó tocando el piano con gracia, pero mi mente estaba sumida en un conflicto interno.

Finalmente, Irina dejó de tocar y, sin previo aviso, me besó. Mi risa nerviosa apenas logró ocultar mi confusión.

- ¿No te gustó el beso? - preguntó Irina, y mi respuesta, aunque afirmativa, no logró disipar la incomodidad que sentía.

- No es eso, es solo que en este momento hay alguien más ocupando mi corazón - dije apenado

Decidí que era mejor irme mientras me alejaba de la escena, mi mente se sumió en un torbellino de pensamientos. Hubiera preferido mil veces besar a Carsyne en lugar de Irina.

A pesar de mi intento de alejarme, la verdad persistía....



























Estaba irremediablemente enamorado de ella.

BE MINE, Astralov     |Nikolai Lantsov x TN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora