BE MINE, Astralov |Nikolai Lantsov x TN|

Capítulo 33| Azote Marino

Carsyne's POV

La tarde era tranquila a bordo del Hummingbird, y yo estaba en la oficina de Nikolai, que ahora se hacía llamar Sturmhond. Estábamos trazando la ruta a una isla donde se suponía que el Azote Marino se encontraba. Los mapas estaban desplegados sobre la mesa, y él se inclinaba sobre ellos, su expresión concentrada y decidida.

- Entonces, según estas coordenadas, deberíamos llegar a la isla en dos días, si el clima se mantiene así - dijo, señalando una pequeña marca en el mapa. Su voz tenía esa mezcla de autoridad y entusiasmo que siempre me había encantado.

- ¿Y qué tan peligroso es el lugar? - pregunté, tratando de mantenerme enfocada en la tarea y no en lo cerca que estábamos.

- Hay rumores de criaturas marinas y peligros naturales - respondió, alzando la vista para mirarme - pero nada que no podamos manejar - asentí, tomando nota mentalmente de todo

- ¿Qué opinas de esta ruta alternativa? - señalé un camino diferente en el mapa - podríamos evitar las corrientes más fuertes aquí - Nikolai se inclinó aún más, nuestro contacto visual era inevitablemente cercano.

- Buena observación - dijo, trazando con el dedo la ruta que había sugerido - podríamos ahorrar tiempo y evitar posibles problemas.

Nos quedamos así por unos momentos, demasiado cerca, compartiendo el espacio de trabajo y disfrutando de la compañía del otro. Sentí la calidez de su presencia y el roce ocasional de su brazo contra el mío.

- Carsyne - dijo de repente, su voz suave - me alegra que estés aquí conmigo

- Yo también estoy feliz de estar aquí - respondí, mirándolo a los ojos. – no puedo imaginar estar en ningún otro lugar ahora.

La distancia entre nuestros labios era casi nula, pero antes siquiera de poder hacer nada, la puerta del camarote se abrió de azote y Alina entro en él, exigiendo una respuesta por el cambio de ruta

- Señorita – dijo dirigiéndose a mí y ocultando el pánico en su voz – reúna a la tripulación en el otro camarote, mientras yo le explico a nuestra invocadora los planes – mi corazón latía a mil por hora del pánico, asi que solo pude asentir

Unos minutos más tarde ya estábamos todos reunidos y Nikolai, quiero decir Sturmhond daba las instrucciones

- Gracias al rastreador de nuestra invocadora – dijo viendo a Mal – atravesamos el paso de los huesos y nos dirigimos hacia la isla de Jelka y en cuanto al azote marino solo tenemos ilustraciones, no sabemos cómo luce – después se acercó a un telón y tiro de una cuerda revelando un buen de armas – asi que hay que estar preparados

La isla se alzaba ante nosotros, envuelta en una neblina misteriosa que añadía un aire de intriga al paisaje. Mientras desembarcábamos en la playa, Nikolai se acercó a mí con una expresión seria pero determinada en su rostro.

- Synnie – comenzó, mirándome fijamente - necesito que te quedes aquí, en el barco. Es demasiado peligroso adentrarse en la isla desconocida

Me mordí el labio, sintiendo la resistencia en mi interior.

- Pero... ¿y si te pasa algo? Ya no quiero estar lejos de ti, no quiero perderte

Él suspiró, colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja

- Lo sé, Synnie, pero solo será por unos minutos, además no soportaría que algo te pasará

Mis ojos buscaron los suyos, encontrando esa mezcla de preocupación y afecto que siempre había conocido en él. Era difícil resistirse a sus ruegos, pero también sabía que tenía que respetar sus decisiones.

- Está bien - murmuré finalmente, resignándome

Justo en ese momento, Alina y Mal pasaban cerca y nos miraron con curiosidad. La proximidad entre Nikolai y yo no pasó desapercibida para ellos. Alina levantó una ceja y Mal frunció el ceño ligeramente, claramente desconcertados por nuestra cercanía. Nikolai apartó la mano de mi hombro con un ligero apretón antes de volverse hacia ellos.

- Alina, Mal, prepárense para explorar. Necesitamos encontrar el Azote Marino lo antes posible - Alina asintió, aunque no pudo evitar lanzarme una mirada inquisitiva. Mal, por su parte, parecía más preocupado por la misión en sí, aunque su mirada se desvió hacia mí una vez más antes de seguir a Nikolai.

Me quedé en la cubierta, observando cómo se alejaban hacia la densa vegetación de la isla. La frustración y la preocupación luchaban dentro de mí. Quería estar con ellos, ayudar en la búsqueda y enfrentar los peligros junto a Nikolai. Pero entendía sus razones y sabía que debía respetar su liderazgo.

Pasaron unos minutos, que se sintieron como horas. De repente, el sonido de balazos rompió la tranquilidad, seguido por rugidos aterradores. Mi corazón comenzó a latir con fuerza en mi pecho. Intenté mantener la calma, pero la incertidumbre me corroía por dentro.

Luego, un silencio inquietante lo cubrió todo. Me acerqué a la barandilla, mis ojos buscando desesperadamente señales del equipo. Finalmente, vi figuras emergiendo de la isla, cargando lo que parecía ser el Azote Marino.

El alivio se mezclaba con el pánico mientras buscaba entre ellos a Nikolai. Cuando finalmente lo vi, sentí un nudo en la garganta. Nikolai salió de la cueva empapado, su ropa desordenada, pero sin aparentes heridas graves.

Al ver mi expresión preocupada, me guiñó un ojo y me dedicó una sonrisa tranquilizadora. Sin poder contenerme, corrí hacia él y lo abracé con fuerza, sintiendo su fría y húmeda ropa contra mí.

- Eres un tonto - murmuré, las lágrimas amenazando con brotar. - No vuelvas a hacerme esto. - Él río suavemente, rodeándome con sus brazos.

- Me alegra que estés bien, Carsyne - nos quedamos así por un momento, hasta que el carraspeo de Mal nos hizo recordar que no estábamos solos. Nos separamos rápidamente, ambos sonrojados.

- Todo salió bien - dijo Nikolai, volviéndose hacia el resto del grupo - Tenemos lo que necesitamos. Ahora, volvamos al barco y pongámonos a salvo –

Mientras nos dirigíamos de regreso, sentí la mirada de Alina y Mal sobre nosotros. A pesar de las miradas curiosas y las preguntas no dichas, la única cosa que importaba en ese momento era que

Nikolai y yo estábamos juntos y a salvo.