Capítulo 44|Ataque grisha

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Nikolai's POV

El colibrí ya había emprendido vuelo y nos encontrábamos volando arriba del bosque, mi mente no dejaba de asegurarme de que había hecho lo correcto al dejar a Synnie protegida en el refugio, sabía que allá sería más útil que aquí.

- Es mi esposa y quiero protegerla - pensé mientras veía hacia el horizonte

- Aquí están sus grisha – dijo Dominik quien miraba por el catalejo hacia abajo

- ¡ES UNA EMBOSCADA! - grite cuando comenzaron a lanzarnos fuego y una de las llamas incendio nuestra vela haciéndonos caer en picada

Perdimos el navío y a más de la mitad de la tripulación, me había hecho una herida en la pierna y estaba cojeando mientras nos alejábamos de los grisha, con Dominik como apoyo

- Su plan siempre fue este, no ir por el orfanato, sino por nosotros – el dolor era insoportable, me detuve recargándome en un árbol

- Hay que parar - sugirió Dominik

- No, hay que avisarles – dije, vi como los grisha se abrían paso rápidamente por el bosque y tuvimos que seguir avanzando hasta el fuerte

Entonces la alarma sonó y mis ojos nos daban crédito a lo que veían, la sombra se expandía y cubrió totalmente el refugio donde se hallaba Carsyne. El pánico me consumió, y comencé a gritar su nombre desesperadamente

- ¡CARSYNE! ¡CARSYNE!

Sentí cómo mi alma me abandonaba al imaginar lo peor. Dominik, mi leal amigo y camarada, trató de consolarme mientras seguíamos avanzando.

- Nikolai, cálmate, - dijo con voz firme pero preocupada - Carsyne es fuerte. Sabes que puede enfrentarse a esto.

- No entiendes, Dominik - respondí, mi voz temblando con desesperación - La dejé atrás, la abandoné. Fui un tonto por pensar que estaría segura - Dominik me sujetó por los hombros, obligándome a mirarlo a los ojos

- Recuerda la vez en que Carsyne se enfrentó sola a esos bandidos que atacaron nuestro campamento. No se acobardó, no retrocedió. Se levantó y luchó, y salió victoriosa

Sus palabras trajeron un recuerdo vívido a mi mente. La imagen de Carsyne, valiente y decidida, enfrentando el peligro con una fuerza inquebrantable. Ese recuerdo me dio un pequeño respiro de esperanza en medio de mi desesperación.

- Sí, es fuerte - susurré, tratando de calmarme - Pero no puedo perderla, Dominik. No puedo.

- Y no la perderás - afirmó Dominik, su voz firme - Vamos, tenemos que llegar al refugio

Los grisha nos habían alcanzado cuando llegamos al refugio y una de ellas comenzó a lanzar fuego, logramos escondernos, pero era cuestión de tiempo para que nos acorralaran.

Llegamos al final del túnel donde nos encontramos con los que se habían quedado en el refugio, pero no había señales de Carsyne, Dominik hizo que me refugiara mientras los soldados combatían a los grisha y tan pronto como llegaron, las balas surcaron los aires

Vi a Tamar que estaba a punto de ser atacada y la salvé poniéndola detrás de un escudo de madera, nos abrazamos brevemente, un alivio momentáneo en medio de la locura

- Tamar, ¿dónde está Carsyne? - le pregunté con urgencia, mi corazón latiendo desbocado. Ella sacudió la cabeza, su rostro lleno de preocupación.

- La perdí, Nikolai. No sé dónde está.

El caos aumentó a mi alrededor, la desesperación amenazando con abrumarme. Pero entonces, una voz familiar cortó a través del tumulto

- ¡Que ternura! Los juguetitos de Kirigan se creen mucho con sus amplificadores

Era Carsyne, abriéndose paso entre los enemigos. Su voz estaba llena de una confianza que solo ella podía tener. Los Grisha que la rodeaban se volvieron hacia ella con una mezcla de furia y miedo.

- Es una pena que él no este aquí para protegerlos

Una Grisha de fuego lanzó una ráfaga de llamas hacia Carsyne, pero las llamas se detuvieron antes de alcanzarla. Carsyne sonrió con desprecio

- Niña tonta ¿de verdad piensas que puedes vencer a la grisha de los elementos, con eso? – y las llamas que se habían detenido ante ella, regresaron a s dueña aun más potentes y la calcinaron – bien ¿Quién sigue?

Con un movimiento de su mano, Carsyne desató una furia de elementos. El viento se levantó en un torbellino tumbando a todos los grisha, y la tierra temblaba que bajo sus pies se abrió haciendo que varios cayeran y después la tierra se volvió a cerrar. Los Grisha enemigos retrocedieron, sorprendidos por su poder.

Me quedé paralizado por un momento, observando la ferocidad con la que Carsyne peleaba. Su fuerza y determinación eran asombrosas, cada movimiento era preciso y devastador. Sentí una oleada de orgullo y amor por ella, pero también una necesidad urgente de ayudarla.

- Tamar, necesitamos reforzar su ataque - grité, dirigiendo a nuestros aliados para apoyar a Carsyne.

Con renovada energía, nos lanzamos a la batalla, unidos por la fuerza y...





































El coraje de mi esposa.

BE MINE, Astralov     |Nikolai Lantsov x TN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora