· ─ ❨ 𝗵𝗼𝘄 𝗺𝗮𝗻𝘆 𝘁𝗵𝗶𝗻𝗴𝘀 ❩
y siendo que caigo más
abajo en tus prioridades
Raiden Ogawa siempre fue un niño callado y reservado ante todos, o al menos eso intentó hasta que su extrovertido vecino Shōyō Hinata parecía...
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En un abrir y cerrar de ojos, el tiempo pasó volando. Raiden estaba a punto de terminar la universidad, había cambiado de trabajo y ahora estaba con otro mangaka ayudándole y había conseguido un trabajo oficial dentro de la Shōnen Jump gracias a su jefe para cuando terminara la universidad.
Y además, su relación con Shōyō ahora sí iba a la perfección.
Después de aquel incidente en donde Raiden erró nuevamente, todo volvió a la normalidad y ahora ya no tenía miedo de enfrentarse a los demás y decirles que estaba felizmente enamorado de un chico. Claro que aún debían enfrentarse a comentarios malintencionados de vez en cuando, pero eran felices. Y se amaban.
Era noviembre y Raiden tenía poco de llegar a Sendai, ya que ese día Shōyō tendría un partido importante en su ciudad natal. Raiden recordaba todo como si hubiera sido ayer, acompañando a Shōyō en todos sus partidos cuando eran tan solo mejores amigos. Pero ahora era diferente porque estarían yendo contra el equipo donde estaba Kageyama.
Se sentía nervioso, aunque aún más emocionado. Raiden se fue en el mismo vuelo que los del equipo MBSY, pero se separó (no sin antes besar mucho a su novio) para dirigirse a su casa y poder pasar ese día tranquilamente, ya que al siguiente era el gran partido. Incluso Sosuke iría, pero él estaría trabajando como fotógrafo para el partido así que lo encontraría en el gimnasio.
El día llega y cuando pisa el gimnasio, los recuerdos vuelven a él. Recordaba haber consolado a Shōyō las veces que perdieron y también haber festejado a su lado cuando llegaron a las nacionales. Ahora todo era distinto y por fin podía decir que asistiría como novio de la nueva promesa del voleibol japonés. Por suerte se encuentra a Yachi justo antes de subir hacia sus asientos, porque aunque Shōyō intentó darle uno preferencial, él le dijo que quería estar con los demás. Luego ven a Yamaguchi y los tres se dirigen hacía los asientos en donde ya se encontraba Tsukishima.
—¡Tsuki, los compré! —avisa Yamaguchi con felicidad, mostrándole la bolsa con la comida—. ¡Y si era Osamu, de los hermanos Miya! ¿No es asombroso? En fin, ¿quieres una cerveza? Vi un vendedor por aquí.
—No, yo sólo bebo kahlúa con leche. Y me rehúso a beber con alguien que no aprecie la kahlúa con leche.
—Parece que hay cosas que nunca cambian —murmura divertido Raiden, mirando de reojo a Yachi. Ella se ríe en voz baja y asiente.
—¿Como tú y Hinata? ¿Ya cuánto llevan de novios, eh?
—Han sido unos seis meses muy lindos —responde un poco avergonzado, pero feliz de poderlo presumir. Yamaguchi escucha la conversación mientras se sientan en las gradas.
