El ruido del exterior era silenciado por las gruesas paredes del viejo y abandonado armario de una habitación.
En donde lo único que se mostraba sobre a aquel viejo espejo que colgaba de la pared, era el reflejo de Tord.
Era el mismo de siempre, pero mirándose con aquel uniforme tan familiar, sus miedos le recordaban la falsedad de su cuerpo. Una falsedad forjada en años de temor y odio, años que había tratado de olvidar y ahora resucitaban en su mirada que se perdía en el espejo, su cuerpo se movía por inercia, como guiado por la memoria de sus manos. Su uniforme, todavía en su forma original, parecía resistirse a sus órdenes como una metáfora de las cosas que no podía controlar.
Al acomodar sus mangas, Tord se sintió inmerso en su entorno.
Inmerso en sus recuerdos...
Apenas pudo evitar dejar de mirar su mano derecha, sintiendo la fría ráfaga que emanaba...
El sabia la razón.
Esa razón que había ocultado por años...
Esa razón que hacía que continuara mirando su mano... y su mente rechazaba cada vez más el miedo y la incomodidad que emanaban de ella y que comenzaba a llenar cada poro de su piel, como un enemigo intrusivo y peligroso que se instalaba en su mente.
Y como una sombra de su antiguo yo observaba pequeñas visión de aquel rostro que se encontraba detras de la máscara qué portaba, aquel rostro lleno de cicatrices e heridas, que perturbaban a Tord, aquel rostro que lo volvía a retrotraer a un pasado que había intentado borrar. ¿Cómo podía ser que aquel uniforme le recordarán lo qué había hecho para ganárselos?.
Su mirada se suavizó momentáneamente.
Tratando de encontrar aquella paz que le tranquilizaba.
Pero el momento se quebró al instante. En el espejo, Tord se veía a sí mismo con una faceta de su personalidad que había tratado de ocultar durante años. Se observaba a sí mismo como a un extraño: una parte oculta y temible que él había creído que ya no era parte de él.
Mirándose con miedo en el espejo, Tord continuaba atrapado en su reflejo. Su respiración se volvía cada vez más agitada, pero solo notaba la presión en sus hombros. Y al notarlo al instante miró fijamente la escena: notando a aquellos brazos que salían de la oscuridad como lentamente se cerraban alrededor de su pecho.
Todo sucedía en la mente de Tord, pero no pudo pararlo. ¿Qué estaba sucediendo? Antes de que pudiera reaccionar, la puerta del armario se abrió de golpe. La sorpresa le hizo dar un salto, girando repentinamente para ver a Tom en el umbral, mirándolo con preocupación.
Tord respiró profundamente, su corazón latía fuerte. La opresión que sentía se disipó como humo. La puerta del armario permaneció abierta, como una torre de refugio en medio de un mar tormentoso. El peso en sus hombros se había convertido en la mirada preocupada de Tom.
Que se acercó a Tord y le dijo con una voz cariñosa pero preocupada: "¿Te sientes bien, Tord?".
A lo que Tord respondió con una sonrisa leve y una mirada llena de amor: "Estoy bien, solo me asustó un poco el sonido de la puerta".
Tom se rio suavemente y acomodó el cuello de la camisa de Tord.
"Bien", dijo Tom, "Paul y Patrick ya llevaron a Susan a tu oficina para hablar. Nos estamos retrasando. Tenemos que irnos ya".
Tom se apoyó contra la pared y extendió una mano hacia Tord.
"¿Listo para enfrentar el día?", preguntó, mirándolo fijamente.

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Solo tú. (Tomtord)
FanfictionHe convivido tanto tiempo contigo y la unica emocion que se a hecho presente en todo este tiempo a sido odio. Eso creía... ultimamente, a tu lado me siento incomodo ya no se como expresarme ante ti. Pretendo estar lejos pero me duele alejarme. Hay...