Parte 23

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El sentimiento de que algo malo estaba pasando antormentaba a Susan

Y la mezcla de los sonidos del exterior invadan las paredes del pequeño cuarto que le fue asignado, despertandola del ligero descanso que tomaba, las sombras del día anterior todavía flotaban en su mente, sumergiéndola en un mar de inquietudes y preguntas sin respuestas.

Aunque los sonidos de los pasos sincronizados de los soldados resonaban al unísono por el corredor, su cuerpo permanecía tirado en el lecho, rígido y adolorido por la falta de descanso.

Susan sentía su mente como una bruma fría y pesada al despertarse. Sin una palabra, se quedó sentada en el borde de su cama, mirando un punto fijo en el vacío, como una ensoñación en estado vegetativo.

Hasta que por su mente se cruzó su mayor preocupación: El estado de su padre.

Al mencionarlo en su mente, se levantó hábilmente y se preparó para salir lo más rápido que podía. Su intención era ir al área médica para visitarlo y saber si al menos estaba bien.

Sin embargo, segundos antes de salir el recuerdo de las palabras de Paul y Patrick acabaron con su entusiasmo, y fue sustituido por una sensación sombría. "Sólo pueden entrar personas mayores de 18 años", se repitió a sí misma una y otra vez. Sin embargo, Susan no estaba dispuesta a rendirse... Ella vería a su padre sin importar que.

Con rapidez Susan salió de su habitación, sintiendo el aire frío y pesado en su rostro, como si algo malo estuviera por suceder. Pero eso no hizo que se declinara, con pasos lentos e inquietos, recorrio los largos pasillos, todos aparentemente idénticos. Luchaba por ubicarse, buscando con la mirada las distintivas marcas y guías que había visto pegadas a las paredes.

Al pasar varios minutos recorriendo pasillos y pasillos, no pudo evitar sentir preocupación al ver cómo los pasillos seguían vacíos a esa hora, probócando qué una sensación de ansiedad la invadiera mientras continuaba su camino.

Hasta que finalmente, y con un suspiro de alivio, Susan tenía frente a frente el bendito mapa.

Mostrándole una clara visión de las zonas de la Armada, incluida el área médica. Su corazón latió con un nuevo sentido de esperanza haciendo que recorriera los pasillos a toda prisa, con el mapa bien fijado en su mente. Sus pasos se mantuvieron seguros pero rápidos, como si la propia instalación estuviera llena de secretos.

Pasaron minutos en los que Susan recorría los pasillos con inquietud y rapidez, hasta que en una última vuelta Susan noto esas notables puertas que llevaban hacia el área médica.

Con una sonrisa cansada y aliviada, Susan corrió hacia ellas con pasos largos y rápidos, pero justo cuando estaba a unos pocos metros de su destino, una firme mano se posó sobre su hombro, inmovilizándola al instante.

"¡Susan!", dijo Patrick, con un tono de regaño ligeramente disimulado por la preocupación. "¿qué estás haciendo aquí?¿Sabes el susto que nos has dado?"

Susan, con un rostro lleno de frustración, solo miro a Patrick confundida sin decir una palabra. Pero al notar el grave tono de voz, Susan solo bajo la vista, reprimiendo su frustración.

Claro que su mente aún tocaba la idea de ver a su padre, pero tenía que pasar por alto el deseo para responder al llamado de Patrick. "Lo siento", dijo, arrastrando las palabras.

Patrick, aunque no del todo convencido, asintió y continuó. "Camina. Tu padre te espera en su despacho"

Susan solo asintió en silencio, la frustración aún se cernía en el aire y ella se sintió agobiada por sus emociones así que no dijo ni una sola palabra más.

Solo tú. (Tomtord) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora