Parte 27

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Con una rapidez desesperante Edd corrió por el pasillo oscuro hacia la salida.

Llegando a una puerta metálica cerrada, bloqueándole el camino. ¿Pero cómo abrirla?

Edd golpeó la puerta, con una leve esperanza de que se abriera, Pero no hubo respuesta.

Mientras se retorcía los dedos para pensar en una solución, el lejano sonido de pasos y voces ecoaban en el pasillo. El peligro estaba cada vez más cerca.

Buscando alternativas, Edd se volvió para echar un vistazo en las paredes y vio unas tomas de electricidad y cables colgando.

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia las tomas y con un golpe preciso y temerario, conectó los cables con sus dedos.

Un choque eléctrico lo envolvió, y con un resplandor blanco, la puerta se abrió de golpe.

Con el corazón en la boca y el cabello parcialmente electrizado, Edd salió corriendo por la puerta que se había abierto, ya que las voces eran cada vez más cercanas.

"¡Dios mío, esto se está saliendo de control!" pensó Edd mientras corría por el pasillo.

De pronto, una explosión proveniente de una granada cercana hizo que Edd se cayera de bruces al piso.

Con el cuerpo adolorido se levantó, observando un rayo de luz, comprendiendo que estaba cerca de la salida. Sin embargo, la granada había provocado una peligrosa llamarada de fuego qué lo bloqueaba.

El rostro de Edd se volvió pálido y sudoroso, sabía que tendría que actuar con rapidez para escapar del peligro inminente.

La adrenalina de Edd se disparó en su sangre.

Y en su interior sabía lo que tenía que hacer.

Respirando profundo, Edd se lanzó hacia el fuego, saltando lo más alto que pudo.

El calor del fuego llenó su piel y sus zapatos chocaron contra el concreto al otro lado! Edd cayó rodando en el suelo, retorciéndose por el dolor, pero sin dejar de moverse hacia la salida.

Tambaleándose y dolorido, Edd continuó su huida, desesperado por escapar de la base. En su huida, atisbó de reojo a un grupo de soldados de la Armada en posición de fuego.

Sin dejar de moverse los ojos de Edd se abrieron al máximo cuando vio a los soldados levantar sus armas y apuntar directamente a su pecho. Vio los destellos de los cañones y el brillo en los ojos de los soldados, decididos a no dejarlo escapar.

A Edd se le heló la sangre al oír el sonido de los disparos y sentir las balas pasar a su alrededor, La salida estaba a solo unos pasos, pero los malos sonidos de las granadas se acercaban.

Sin saber si sobreviviría, Edd dio un salto final impulsado por el impacto de la granada, logrando escapar de la base, golpeando el suelo afuera.

Edd se levantó aturdido. Sus piernas le dolían como si fueran una bomba en miniatura que había estallado debajo de ellas. Sin embargo, el sonido de los disparos le hizo recordar que todavía estaba en peligro.

Los soldados seguían disparando desde las ventanas y rampas del edificio, pero Edd sabía que no se atreverían a salir.

Mientras Edd corría, sus pies doloridos tocaban el suelo con fuerza y su adrenalina se disparaba.

No iba a rendirse.

Era ahora o nunca.

Corrió y corrió hasta que se perdió de la vista de los soldados y de su temor.

Tras correr por lo que le pareció una eternidad, Edd se aferró a un árbol, jadeando mientras miraba en la dirección de la base militar.

El dolor era insoportable, y la adrenalina se había disipado.

Solo tú. (Tomtord)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora