⚜️ CAPÍTULO 15 ⚜️

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"Quisiera lo mismo"

La mañana siguiente llegó y me preparé para enfrentar con positivismo el día. La conversación con Nathan aún resonaba en mi mente, y su actitud solo hacía que le diera vueltas al asunto.

¿Por qué me importa tanto? Él ni siquiera debe estar pensando en lo que sucedió.

"Aunque nada sucedió, Elara." decía una voz en mi cabeza.

Y tenía razón.

Sin más, me dirigí a la sala de juntas, donde me encontré a Nathan y William ya presentes, discutiendo seriamente con algunos consejeros del reino. La conversación se centraba en rumores de movimientos de tropas en los territorios vecinos, una amenaza que podría poner en peligro la estabilidad del reino.

―¿Sucede algo? ―dije con cautela.

―Elara, justo a tiempo. ―dijo William al verme entrar, con una radiante sonrisa. ―Necesitamos tu perspectiva en esta cuestión.

Me acerqué más al grupo, notando cómo Nathan me observaba con desdén. El asunto parecía ser grave, y la tensión en la sala era palpable.

―Los informes indican que hay actividad militar cerca de nuestras fronteras. ―explicó uno de los consejeros. ―No podemos permitir que esto escale en un conflicto abierto.

Asentí, enfocándome en el mapa extendido sobre la mesa. Los puntos rojos representaban las posiciones sospechosas, y el análisis de las posibles rutas de ataque y defensa era crucial.

―Debemos enviar a más patrullas, tantas como podamos para cubrir toda la frontera. ―sugerí, tratando de analizar con más detenimiento los puntos.

Nathan me miró con frialdad y asintió con aprobación en dirección a los consejeros.

―Hagan lo que dijo la princesa Elara. ―dijo antes de darse media vuelta e irse del lugar.

Comprendía que no quería estar en el mismo espacio que yo, pero esperaba que no fuera tan evidente.

―Con su permiso, princesa. ―dijeron los consejeros sacándome de mis pensamientos. ―Informaremos inmediatamente a los demás.

Rápidamente se pusieron en marcha, dejándome a solas con William, quien no dejaba de observarme desde que llegué.

Su presencia irradiaba confianza y carisma.

―¿Me estás estudiando? ―pregunté burlonamente.

William era atractivo.

Tenía el cabello oscuro, corto y ligeramente ondulado, que siempre parecía caer en su lugar perfecto sin esfuerzo. Sus ojos avellana, profundos y expresivos, reflejaban una mezcla de inteligencia y una chispa traviesa, haciendo que cualquiera se sintiera atraído por su mirada.

Físicamente, era alto y atlético, con una postura erguida que denotaba tanto su entrenamiento como su porte noble. Su piel tenía un tono ligeramente bronceado, resultado de sus frecuentes aventuras más allá de las paredes del castillo.

Además, vestía con elegancia, pero sin ostentación. Su atuendo habitual consistía en túnicas bien confeccionadas en tonos oscuros, a menudo adornadas con pequeños detalles que indicaban su posición, pero sin llegar a ser excesivos, y siempre llevaba una espada al cinto.

―¿Ahora tú me estás estudiando a mí? ―dijo alzando una ceja divertida.

Me encogí de hombros, riendo suavemente, y antes de que pudiera responder, William continuó.

―Solo trato de entender cómo piensas, Elara. ―suspiró. ―Tienes una mente estratégica, eso es evidente.

Su elogio me tomó por sorpresa, y me sentí un poco avergonzada.

ᴠɪ́ɴᴄᴜʟᴏꜱ ᴅᴇ ʜᴏɴᴏʀ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora