Capítulo 32: Calma

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El capítulo comienza con Issei y sus compañeras de séquito, además de sus compañeras de pacto, enfrentándose a una abominación en un denso bosque en las afueras de la ciudad. La criatura, una mezcla de sombras y bestias, se movía con una agilidad y fuerza aterradoras, sus múltiples ojos brillando con una malevolencia oscura.

Issei, en el centro de la formación, observaba atentamente los movimientos de la abominación, su Boosted Gear brillando con un resplandor rojizo. A su lado, Shui y Karlamine se preparaban para el ataque. Shui conjuraba cristales oscuros de energía, mientras Karlamine sostenía su espada envuelta en llamas.

"¡Vamos!" gritó Issei, lanzándose hacia adelante con una ráfaga de energía.

Shui y Karlamine se movieron con él, sus ataques sincronizados. Los cristales oscuros de Shui se clavaron en la carne de la abominación, mientras Karlamine cortaba con su espada, dejando un rastro de fuego a su paso.

Izabella y Kuroka se mantuvieron en la retaguardia, brindando apoyo. Izabella lanzaba hechizos de barrera para proteger a sus compañeros, mientras Kuroka utilizaba su magia para debilitar a la criatura, sus ataques felinos rápidos y precisos.

Sona y Tsubaki, observando desde un punto estratégico, dirigían el combate, asegurándose de que todos los movimientos fueran coordinados. "¡Issei, a tu izquierda!" gritó Sona, viendo un tentáculo de sombra que intentaba atacar a Issei.

Issei giró rápidamente, su Boosted Gear brillando intensamente mientras lanzaba un potente golpe que destrozó el tentáculo. "¡Gracias, Sona!"

La abominación rugió de dolor, sus múltiples ojos centrándose en Issei con una furia renovada. Con un movimiento rápido, lanzó una serie de ataques oscuros hacia él.

Antes de que pudieran alcanzarlo, Izabella creó una barrera mágica que desvió los ataques. "¡No te distraigas, Issei!" gritó.

Issei asintió, su determinación inquebrantable. "¡Vamos a terminar con esto!"

Con un último empuje, Issei, Shui, Karlamine, Kuroka e Izabella concentraron sus ataques en el núcleo de la abominación. La criatura se retorció y gritó mientras su forma se desintegraba bajo el asalto combinado de los guerreros.

Finalmente, la abominación cayó, sus restos desvaneciéndose en la nada. El equipo de Issei se quedó en silencio por un momento, recuperando el aliento.

"Buen trabajo, todos," dijo Issei, sonriendo mientras se limpiaba el sudor de la frente. "Lo logramos."

Sona y Tsubaki se acercaron, ambas luciendo orgullosas. "Fue una batalla dura, pero nuestra coordinación fue perfecta," dijo Sona, asintiendo con satisfacción.

Kuroka sonrió y se acercó a Issei, dándole un suave abrazo. "Con razón me siento segura y protegida cuando estoy cerca de ti, Issei."

Issei se ruborizó ligeramente, devolviéndole el abrazo. "Gracias, Kuroka."

El grupo, aunque agotado, estaba lleno de una renovada sensación de camaradería y confianza. Juntos, sabían que podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Una vez regresaron a la mansión, Issei comenzó a sentirse extraño. Un calor desconocido se apoderaba de su cuerpo, haciéndolo sudar y temblar ligeramente. No fue el único que experimentó estos síntomas; Shui, Izabella y Karlamine también se sintieron igual, cada uno mostrando signos de incomodidad y calor anormal.

"¿Qué nos está pasando?" preguntó Shui, su rostro enrojecido mientras trataba de abanicarse con la mano.

"Yo también me siento rara," admitió Izabella, apoyándose contra una pared para mantenerse en pie.

Destinos entrelazados: El Corazón Del Dragón Y La Estratega Del AjedrezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora