Capítulo 18: La Casa Abierta Conociendo a la Maou y Un Escenario para Brillar

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Issei entraba a la academia y se quedó boquiabierto al ver la cantidad de padres que habían llegado para la casa abierta, todos armados con cámaras y teléfonos listos para capturar cada momento. Los pasillos y el patio estaban llenos de madres y padres, algunos charlando animadamente con los profesores, otros tomando fotos a sus hijos mientras estos intentaban parecer naturales y evitar sonrojarse.

A medida que avanzaba, Issei escuchaba fragmentos de conversación de algunos estudiantes que no estaban tan emocionados por la presencia de sus padres. "¿Por qué tuvo que traer la cámara grande?" se quejaba un estudiante, mientras otros se lamentaban por la vergüenza que sentirían al ser fotografiados constantemente.

"Espero que mi mamá no intente sacar fotos mientras estoy en clase", comentó otro alumno, con un tono de preocupación. "Es como si no hubiera tenido suficientes fotos de mí cuando era un bebé."

Issei rió por lo bajo al escuchar esos comentarios. Aunque entendía la incomodidad de sus compañeros, para él era una oportunidad para mostrar a sus padres el ambiente de la academia y, por supuesto, su actuación musical más tarde ese día. Sin embargo, el bullicio y la emoción eran indudablemente un poco abrumadores, especialmente cuando pensaba en cómo se sentiría estar en el centro de atención.

A medida que avanzaba por el campus, Issei también notó a Sona y Tsubaki hablando con varios padres, asegurándose de que todo estuviera en orden y respondiendo preguntas. La seriedad con la que Sona gestionaba el evento era un recordatorio de lo importante que era para la academia, y eso le dio a Issei la determinación de hacer todo lo posible para ayudar a que el evento fuera un éxito.

El día apenas comenzaba, y aunque había mucho entusiasmo y movimiento, Issei sabía que tendría que mantener la calma y concentrarse en su actuación. El desafío de cantar frente a tantas personas, especialmente con todos los padres presentes, era grande, pero también sabía que tenía amigos y aliados que lo apoyarían. Y eso le dio un poco más de confianza mientras se preparaba para afrontar el día.

Shui, Izabella y Carlamine le preguntaron a Issei por qué todos los demás estudiantes estaban tan nerviosos y con semblante serio. Issei les explicó que los padres estaban por todo el campus, con cámaras listas para capturar cualquier momento vergonzoso o digno de recordar durante la casa abierta. "Algunos padres no saben cuándo parar", dijo Issei con una sonrisa forzada, sabiendo que sus propios padres estaban entre esos.

Una vez que ingresó a clase, Issei se sorprendió al ver a sus propios padres en el salón. Su madre, Miki, tenía una cámara en mano, lista para tomar fotos de cualquier cosa que hiciera su hijo. El profesor de inglés, quien era responsable de la clase esa mañana, entregó a cada alumno un pedazo de arcilla y les pidió que hicieran lo que se les viniera a la mente.

Issei, sintiéndose un poco incómodo por la presencia de sus padres, se quedó pensando en qué hacer con la arcilla. Mientras tanto, Miki y Gorou, los padres de Issei, animaban a las chicas del salón con entusiasmo. "Vamos, Izabella, muéstranos lo que puedes hacer", dijo Miki, mientras Gorou les daba ánimos con un gran gesto de aprobación.

Issei sonrió al ver a sus padres tan entusiasmados, aunque se sintió un poco abrumado por toda la atención. Luego, enfocó su atención en la arcilla y tuvo una idea. Comenzó a moldear una figura muy detallada de Draig, el Dragón Emperador Rojo, pero no se detuvo allí. También incluyó a Sona y a él mismo montando a Draig, como si estuvieran listos para una gran aventura.

Al terminar la escultura, Draig le habló mentalmente, con un tono satisfecho. "Issei, debo decir que te ha quedado muy bien. ¡Tienes talento para esto!" Issei sonrió, orgulloso de su trabajo.

Pero justo cuando estaba disfrutando de su logro, escuchó las voces de sus padres detrás de él, diciendo cosas vergonzosas y grabando cada detalle. "¡Ese es mi hijo!", exclamó Miki. "¡Mira qué detallado está eso! ¡Es un pequeño artista!", dijo Gorou, sin ningún tipo de vergüenza.

Destinos entrelazados: El Corazón Del Dragón Y La Estratega Del AjedrezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora