capitulo 40: Tiamat y entrenamiento

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Aclaracion: el que issei se vea roto ahora tiene un motivo que por ahora no se vera pero tiene que ver con la ayuda que elohim le prometio a issei.

Levanna apareció en el lugar donde había tenido lugar la intensa batalla entre Issei y su equipo contra Cao Cao y los demás. Observó el caos que habían dejado a su paso: rocas destrozadas, árboles arrancados, y el eco de la energía residual aún palpitante en el aire. Levanna sonrió, murmurando para sí misma: "Vaya, sí que hicieron un desastre. Pero qué lástima que se comieran a Cao Cao...".

De pronto, algo capturó su atención. A lo lejos, entre los escombros, una figura apenas con vida se retorcía débilmente. Levanna caminó hacia ella, sus ojos brillando con interés. "Oh, pero mira quién sigue respirando", dijo con un toque de diversión en su voz. "Serás un buen implemento", añadió mientras extendía su mano y lo tomaba, llevándoselo con ella, desapareciendo en la oscuridad.

Mientras tanto, en la academia, Issei estaba acompañado por Sona, Tsubaki, y las demás, disfrutando de un momento más tranquilo tras la batalla. Sona, con una expresión seria pero cálida, rompió el silencio: "Por cierto, Issei, hay algo que debo decirte. Ravel será transferida a nuestra academia. Estará en el primer año".

Issei levantó una ceja, sorprendido pero también intrigado por la noticia. "¿Ravel? ¿Aquí? Bueno... eso va a ser interesante."

Mientras tanto, en el inframundo, Seekvaira se acercó a Sairaorg, quien estaba en medio de su rutina de ejercicios. La joven demonio observó cómo Sairaorg se esforzaba, su fuerza y disciplina siempre admirables, pero hoy había una noticia más importante que su entrenamiento.

"¿Lo escuchaste, Sairaorg?" preguntó Seekvaira, con su habitual tono calmado pero intrigado. "El Sekiryuutei y el Rey Dragón Vitria detuvieron y acabaron con los integrantes de la facción de héroes."

Sairaorg, interrumpiendo brevemente su entrenamiento, sonrió con determinación. "Es espléndido. Con ese nivel de poder, nuestra pelea valdrá mucho más la pena." Su tono estaba cargado de expectativa, sabiendo que un enfrentamiento con Issei y su equipo ahora sería aún más intenso.

Al día siguiente, Issei, acompañado por Sona y los demás, llegó al inframundo. Fueron recibidos por Sirzechs, el hermano de Rias y uno de los Maous más poderosos. Sirzechs, con su habitual calma y autoridad, los saludó: "¿Qué se les ofrece?" preguntó, siempre dispuesto a escuchar asuntos urgentes de sus aliados.

Issei, con un tono serio y urgente, respondió: "Es una cuestión de suma importancia. Necesito la presencia del resto de los Maous, del Arcángel Michael, y de Azazel que llegará pronto. También requiero la asistencia de los consejeros demoníacos. Hay un asunto que debemos discutir de inmediato."

Sirzechs, captando la gravedad en las palabras de Issei, asintió con comprensión. "Haré los arreglos necesarios de inmediato. Este asunto no puede esperar." Con esas palabras, el ambiente se cargó de tensión mientras los preparativos comenzaban para la reunión crucial que decidiría los próximos pasos en los asuntos del inframundo y más allá.

Después de un rato, todos los Maous, Arcángel Michael, Azazel y los consejeros demoníacos estaban reunidos en una majestuosa sala de consejo en el inframundo. La atmósfera estaba tensa, y los consejeros observaban con atención al joven dragón que había solicitado la reunión. Las miradas de curiosidad y escepticismo estaban presentes en el ambiente.

Uno de los consejales, Asmodeus, fue el primero en romper el silencio. "¿Cuál es el motivo de esta reunión urgente?" preguntó, su tono grave pero cargado de intriga.

Issei, de pie frente a todos, se aclaró la garganta y comenzó a explicar con seriedad. "Bien, lo primero que deben saber es que, durante nuestro viaje a Kyoto para concretar la alianza con Yasaka, hubo un incidente inesperado. Yasaka fue secuestrada por un grupo de humanos que se autodenominaban la 'Facción de Héroes.'"

Destinos entrelazados: El Corazón Del Dragón Y La Estratega Del AjedrezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora