Capítulo 12: Después de la Lucha días tranquilos

67 7 0
                                    

El sol despuntaba en el horizonte, iluminando la habitación de Issei con una luz suave y cálida. Issei abrió lentamente los ojos, parpadeando para despejar el sueño. Aún sentía un ligero dolor en el pecho, pero era menor comparado con la agonía que había experimentado la noche anterior. Se levantó lentamente de la cama, sus músculos algo tensos pero no tan rígidos como esperaba. El reloj del tiempo había sido una herramienta poderosa, pero le había costado un precio considerable.

Caminó hacia el baño, el agua tibia de la ducha relajando sus músculos y despejando su mente. Mientras el vapor llenaba el espacio, la voz de Draig, el Dragón Emperador Rojo, resonó en su cabeza.

"¿Cómo te sientes, chico?" preguntó Draig, su tono grave y paternal.

"Mejor, gracias," respondió Issei mientras se enjabonaba el cabello. "Todavía tengo algo de dolor, pero es manejable."

Draig resopló, claramente aliviado. "Me alegra oírlo. Pero escúchame, Issei, no deberías usar imprudentemente tus poderes, especialmente el reloj del tiempo. Ese poder está más allá de lo que tu cuerpo puede manejar ahora mismo."

Issei asintió, dejando que el agua se llevara el jabón. "Lo sé, Draig. Tienes razón. Pero no me negarás que lo del reloj fue genial."

Draig rió suavemente, aunque había preocupación en su voz. "Sí, fue impresionante, pero también peligroso. El tiempo es una fuerza inestable, y no quiero verte caer antes de que cumplas tu objetivo."

Issei dejó que el agua corriera sobre su rostro, sintiendo la tensión aliviarse un poco. Pensó en sus objetivos, en lo que quería lograr en su vida. Quería proteger a sus amigos, a las personas que amaba, y ser alguien en quien pudieran confiar. Pero también sabía que tenía un gran poder en sus manos, y con ello venía una gran responsabilidad.

"Prometo que tendré más cuidado," dijo Issei finalmente. "No quiero poner a nadie en peligro, especialmente a las chicas que ahora dependen de mí."

Draig asintió desde su lugar dentro del Boosted Gear. "Bien. Solo recuerda, no estás solo en esto. Tienes amigos, aliados, y a mí para apoyarte. No tienes que cargar con todo el peso tú solo."

Issei sonrió mientras salía de la ducha, secándose con una toalla. "Lo sé. Gracias, Draig."

El dragón respondió con un gruñido satisfecho antes de caer en silencio. Issei se vistió y salió del baño, listo para enfrentar el día. Sabía que tendría que ser más cuidadoso, pero también sabía que tenía a su alrededor a personas dispuestas a ayudarle en cada paso del camino.

Issei bajó las escaleras hacia la cocina, con el aroma tentador del desayuno llenando el aire. Mientras caminaba por el pasillo, se encontró con Izabella, Shui y Carlamine, quienes parecían estar de buen humor a pesar de la intensa noche anterior.

"Buenos días, chicas," saludó Issei con una sonrisa, deteniéndose frente a ellas.

"Buenos días, Issei," respondieron las tres al unísono, devolviéndole la sonrisa.

Izabella, con su cabello oscuro y su expresión amable, parecía radiante a la luz de la mañana. Shui, con su energía inagotable, estaba lista para comenzar el día con entusiasmo. Carlamine, con su actitud calmada pero alerta, observaba a su alrededor con curiosidad.

"¿Cómo se sienten hoy?" preguntó Issei, notando el brillo en los ojos de sus compañeras.

"¡Estamos genial!" exclamó Shui, dando un pequeño salto de emoción. "Anoche fue increíble, ¿no les parece?"

 "Anoche fue increíble, ¿no les parece?"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Destinos entrelazados: El Corazón Del Dragón Y La Estratega Del AjedrezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora