Al pasar de los días, Maegor creció de manera impresionante, su crecimiento se asemejan a la de un niño de tres años, y lo más resaltante era el poder caminar sin ningún problema, apenas podía articular unas palabras.
Le gustaba pasar el tiempo con su mamá o con su tía Heleana y sus primos, Jaehaerys Targaryen, Jaehaera Targaryen.
Le fascina ver como su tía bordaba hermosos diseños, uno de esos fue una camisa verde con un dragon con la cabeza cortada.
Le pregunto a su tía del por que de eso, pero ella solo dijo "Solo dos, el hijo del bendecido"
No quiso incomodarla con sus preguntas así que solo se limitaba a escucharla.
Por otra parte, sus padres siempre estaban con el, excepto por las órdenes de su tío, Aegon Targaryen el rey, quien le mandaba a que vigilara las afueras del Reino por alguno intento de ataque.
En la fortaleza roja, los soldados estaban al tanto de cualquier ataque, al ver como dos dragones de un tamaño colosal se aproximaba se purieron en alerta.
Pero por las ordenes de su superior Arryk, un caballero con leal por su rey, dejo a su hermano por su lealtad hacia los verdes.
-Esperen! Es Vhagar y Balerion! - Dijo con voz alta, los soldados dejaron de apuntarles con las armas, viendo como los dragones pasaron por encima de ellos y se hiba hacia el castillo de los dragones.
Aquellos llegaron hacia el castillo. Balerion fue el primero en aterrizar aún sin acostarse, Arrakis bajo de su dragón, fue hacia el guardia quien llego corriendo. Vhagar fue la última es aterrizar, Aemond bajo igualmente viendo como sus dragones se hiban a ver al pequeño dragón de su hijo.
Arrakis asintió ante lo dicho del guardia, este marchandosd del lugar así dejando solo a los príncipes.
-El rey nos llama - Dijo Arrakis al momento de ver como su esposo se posiciona a su lado.
-No hay que hacer esperar a su majestad - Dijo Aemond con una sonrisa, agarrando la cadera de Arrakis, así digiendose a la fortaleza roja.
Al llegar, Arrakis y Aemond fueron a ver a su hijo. Quien estaba en sus aposentos observando la camisa qué su tía le regaló.
