A la madrugada Arrakis se levantó con mucha hambre, quería algo dulce o algo agrio, pero quería atrangatarse de comida, vio como Aemond estaba durmiendo así solo salió de la cama y se puso unos pantalones cómodos no tan pegados, salió y no vio a nadie, se a próximo a la cocina y vio como habían pasteles de limón, agarrado un poco y lo termino, tomo otro y lo termino, no se dio cuenta que se había terminado todo el pastel.
Vio como el pastel tenía una etiqueta, decía Aegon, Arrakis se comió su pastel. Este ni le importo y siguió comiendo. Sintió que hacía frío así que tomo otro pastel y se lo llevo a sus aposentos mientras traía el pastel en mano. El hiba comiendo.
Entro en silencio viendo como Aemond seguía en la cama, se sentó en una mesita qué estaba alfrente de la cama junto a la chimenea, seguio comiendo hasta que sintió como le tocaban su cabello.
Arrakis al sentirlo solo pudo soltar un grito mientras dejaba caer la cuchara, vio a Aemond mirándolo confundido.
-¿Que haces comiendo tan tarde? - Dijo mientras le acaricia su cabello.
-Tenía hambre....-Dijo este viéndolo.
-Dame - Aemond agarro un poco y se lo comió.
-¡No! Es mio - Dijo apartando el pastel.
-Vamos solo un poco amor - Dijo este tratando de comer otro poco.
-¡Mejor cometelo todo, ya no quiero nada! - Dijo dejando el pastel con fuerza mientras se levantaba y miraba la ventana.
-¿Que te sucede? - Dijo Aemond mirando el comportamiento extraño de su esposo, comió un poco para luego abrazarlo por la cintura.
-Nada - Dije este sin tomarle atención.
-Siempre te pasa algo, Dime que es, cuantale a tu esposo - Dijo este dando besos en su cuello.
-La verdad, no lo se - Dijo este dándose la vuelta y enrrollando sus brazos en su cuello.
Aemond solo lo miró confundído por su cambio de comportamiento tan rápido.
