No podía respirar, era lo único que Daemon sentía en este momento.
Alfondo del mar, no había nada, ningún ser vivo, una fuerza lo agarró de los pies y lo sumergido aun más, quedando inconsciente.
Despertó en el presente. Se sentó de manera rápido mirando a todos lados, pero no había nadie.
-Veo que despertaste .. - Arrakis estaba tras de el.
Daemon se sobresalto, miró hacia atrás mirando a Arrakis quien estaba parado, este camino hacia la mesita de su habitación de Harrenhal.
-Este lugar está peor de lo que imaginaba - Arrakis hizo una mueca de asco al ver como el techo goteaba.
-.. ¿Que haces aquí? Que hiciste.. - Daemon se paró del suelo, aun sin acercarse al mayor
-Yo no hice nada, yo solo quería ver a mi pequeño hermanito ¿acaso no puedo? - Arrakis se acercó a Daemon, posando sus manos por sus hombros.
-¿No te tienes que estar con ese mocoso al que dices esposo? - Daemon se puso a ala agresiva al ver como Arrakis se acercaba a él.
-Y estoy con el... ¿Tu no deberías estar con Rhaenyra, tu esposa? - Arrakis sonrió mientras caminaba alrededor de Daemon.
-¿Acaso no te das cuentas del estúpido con el que estas? - Daemon agarra de la muñeca a Arrakis.
-Vamos, el único estúpido aquí eres tu... Tu asesinaste a nuestro hijo.. - Arrakis se zafo de su agarre.
-.. Yo lo siento.. De verdad estoy arrepentido.. - Daemon baja la mirada.
-Eso no me devolverá a mi hijo - Arrakis se alejo y camino hacia la ventana. - Durante todo ese tiempo quede encerrado en mi habitación, no comía ni me bañaba, era un desastre por culpa tuya, pero te perdone Daemon, pero eso no justifica que lo haya olvidado, dime ¿Hiciste lo mismo con Rhaenyra, con Visenya? - Arrakis rio.
-No!.. No lo volví hacer.. No ahora... - Daemon tenía sus ojos llorosos.
-Mis felicitaciones, Pero el tiempo se acabó, es hora de que despiertes... - Arrakis miro por última vez a Daemon ante de hacerlo quedar inconsciente otra vez.
