Juro que te mataré, no sera hoy ni mañana pero voy a hacerlo, si no lo hago yo lo hará alguien de mi lado, debiste pensar antes de matar a mi hijo. Viserys se equivoco contigo, mataré a todos lo que están contigo, a Rhaenys, Corlys, la puta de Mysaria, Daemon y a tu bastardo jacaerys, me disculpe por la muerte de Lucerys, pero me escupes en la cara. No permitiré otra muerte de mi lado, si la carta no te llega, el mensaje será por actos, ya no somos familia, ya no eres nada mio. Reza a los Dioses para una muerte sin dolor.
ATTE : Arrakis Targaryen
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Em aquella mañana se podía oír los gritos de Aegon, la desesperación de los caballeros, la tristeza reínaba.
Aegon estaba en sus aposentos junto a sus caballeros y el maestre, destruia la maqueta de su padre, mientras gritaba con dolor y ira, Arrakis estaba viéndolo, después de la muerte de su hijo y su funeral, era de madrugada nadie lo vio. Estaba solo.
-! Los mataré ¡! Los mataré a todos ¡! Traidores y villanos ¡! Se atreven a atacarme ¡ - Golpeaba la maqueta, deztronzando cada parte de él. Sus ojos seguían rojos de las lágrimas que lo llenaban. Los presentes intentan detenerlo pero no funciona, ya nada lo hacía. Arrakis no hacía nada, veía como la paz que construyó su hermano era ahora unos pedazo de nada.
- ¡Yo soy el rey! - Apuntó a unos de los caballeros, el dolor se refleja, la mirada nunca miente.
- si, por favor majestad - Trato de detenerlo pero seguía gritando qué era el rey.
- ¡Esto es la guerra, yo declaro la guerra! - Aegon seguido golpeando la maqueta. Gritando su dolor. Arrakis a paso rápido fue a la puerta y lo cerró para que nadie sea testigo de tales palabra y el sentimiento del rey.
Con la mirada, le dio la señal para que se marcharan, los presentes asintienron y se fueron dejando solo a los príncipes.
Arrakis veía como Aegon seguía golpeando la maqueta. Aun gritando.
-Aegon... ¡Aegon! - Arrakis se acerco a su sobrino. Al no resivir respuesta le quito el metal con la que golpeaba la maqueta.
- Yo soy el rey.... Traidores y villanos... Mi hijo... Mi sobrino... Arrakis... - Aegon murmuró aun con lágrimas en los ojos.
