- ¿No crees que es momento de hablar con el? La guerra se acerca y Arrakis aun no nos a pedido apoyo -
- Arrakis sabe como hacer las cosas, si esta en problemas sabrá pedirnos ayuda... Pero están orgulloso que es odioso. -
- Vamos! Yo quiero verlo, hace décadas que no hablo con el, ademas Zepar ya habrá interferido ante todo -
- Ese imbécil se estará gozando de las muertes, es todo una maldita basura, que bueno que Arrakis lo mató en cuerpo, siento lastima por mi Arrakis... Lo tendrá que soportar en alma -
- JAJAJAJA YA QUIERO VER LA CARA DE ZEPAR AL ESTAR EN LAS MANOS DE SU PROPIO CONTENEDOR -
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El mar libera los sentimientos de la personas quienes lloran y gritan de dolor por el pasado, presente y el futuro.
No saben lo que van a hacer o que va pasar, la desesperación se apodera de su cuerpo al sentirse solo y atacado.
El ser humano es tan estúpido pero tan especial, su adaptación es incleible, pero su estúpidez lo mata de poco en poco.
Como una guerra por ellos mismos.
Arrakis veía el mar con un brillo en los ojos, el sonido de las olas resonaban en sus oídos y en el corazón, de pequeño siempre le gustó ir a la orilla y jugar con el agua en sus pies.
Aquellos bellos momentos cuando su padre aun lo amaba. Odiaba tener la bendición pero a la vez lo amaba, antes no comprendía lo que Aemma decía sobre la felicidad de tener un hijo.
Pero ahora que perdió a uno sabe la tristeza, y la felicidad de poder tenerlo en brazos al dar luz. El sentimiento de la felicidad y el amor con cosas diferentes.
Pero el mismo propósito.
Ahora que esta embarazado de nuevo no fallaría como madre, lamentaba la muerte de su primogenito, mataria con solo estar con el unos minutos. Pero eso no sucede.
