Charlie - Seis Meses.

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— Te extrañamos de este lado del continente. —Dijo Tori, del otro lado de la pantalla. Hace tanto que no hablaba con ella que creía que había olvidado su voz.

— ¡Y yo a ustedes! No puedo esperar a que sea verano para estar allí. —Mi celular comenzó a sonar, pero decidí ignorarlo. — ¿Como está Michael? Necesito saber todo.

— ¿Cómo van tus exámenes? —preguntó mamá, entrometiendose en la conversación.

— Geniales —mentí— creí que todo iba a ser peor de lo que realmente es. Supongo que eran los nervios de los primeros meses, ya me curé de espanto.

— Estoy-estamos muy orgullosos de ti. Prométeme que seguirás así.

— Sí, mamá... Se me hace algo tarde para mis practicas, ¡luego los llamaré! —dije, y sin siquiera escuchar su despedida, bajé la pantalla de la laptop. No tenía practicas, otra mentira más al cuaderno. Si decía la verdad, iba a romperles el corazón y no podía permitirme eso. En serio me esfuerzo, pero nunca llega a ser suficiente.

— Esta mal mentir. —Dijo Nicholas, dándome un gran susto. Estaba en cueros con una remera sobre su hombro, y unos shorts de entrenamiento. Aunque quiera, aún no me acostumbro a nuestra convivencia. Sobretodo cuando lo único que hace es molestar todo el día.

— ¡Dios! —me exalté— Y esta peor escuchar conversaciones ajenas. —Dije, quejoso. Alzó sus hombros con una sonrisa burlona, y se dirigió a la cocina.
Mi celular comenzó a vibrar por tercera vez, y ni siquiera hacía falta mirar la pantalla para saber que era Ben. Lo pensé unos segundos, pero finalmente atentí la videollamada, sin animos. — ¡Hola!.

— ¿Por qué no respondiste anteriormente? Hace veinte minutos estoy tratando de comunicarme contigo —dijo, reprochando. Ni siquiera me saludó. — ¿Cenaremos esta noche?.

— Lo siento, estaba hablando con mi familia. Y respecto a tu pregunta, sí, cenaremos juntos. Estoy ansioso por verte. — Nicholas pasó detrás mío, y los ojos de Ben se abrieron de par en par.

— ¡¿Quién es ese?! —gritó.

— Nicholas, Benjamin. Vivimos juntos, por si no recuerdas. —Suspiró.

— Bien. Luego hablaremos. — Exclamó, y cortó la videollamada. Otra vez lo mismo.
Nicholas era un tema recurrente entre nosotros, pero no por nada bueno, al contrario, se detestaban mutuamente. Benjamin juraba que Nicholas quería algo conmigo, y no sabía como explicarle que no era así, que nuestra relación no era la mejor.

— Ups. —Se rió Nicholas y se fue. Revoleé los ojos y traté de calmarme, hoy no estaba siendo un buen día y recién comenzaba.
En lo que restaba de la tarde me dediqué a adelantar algunas tareas pendientes, mientras oía los gritos de la habitación de Nicholas. Mi más grande deseo es que insonorice la habitación de una vez por todas, es realmente insoportable.
Sin darme cuenta, las horas habían pasado y ya se estaba acercando el momento de la cena con Ben. Estaba ansioso, no quería apresurar las cosas, pero con él todo era distinto. Cuando no discutíamos, claro.

— ¿Cenaras con tu tonto novio? —preguntó Nick, una vez que salió de la habitación.

— No es mi novio aún. Y si, cenaré con él. —Tomé mi desastre de papeles y lo llevé a mi habitación, para luego tomarme una ducha y poder prepararme.
Nicholas salió, supongo que a comprar algo para cenar, así que la casa esta en paz por unos largos minutos.
Luego de mi ducha, tomé una camisa color crema a la cual le desabroché los primeros botones, junto a un jean holgado y mis converse blancas.

— ¡Charlie! —escuché el grito de Nick. — ¡¡Ven rápido!! —Salí rápido de mi habitación, llegando a la puerta de entrada donde él estaba.

— ¡¿Qué?!

— No te enojes pero... quedamos encerrados. — Dijo Nicholas, calmado, y lo miré con el ceño fruncido. No, justo hoy no.

— Muy gracioso Nicholas. No bromees así.— Me quejé.

— Ven, inténtalo. No funciona. — Hice lo que dijo, giré el picaporte y tiré de la puerta, pero no hubo caso. Lo intente una vez más. Otra. Y otra, por las dudas. No hubo respuesta favorable. — Te lo dije.

— ¡Dios! Tengo que salir con Ben. — Suspiré— Oh, se va a enojar mucho cuándo le diga que quede encerrado contigo. — Rasqué mi nuca, estaba nervioso. ¡¿Por qué hoy?!.

— ¿Conmigo?, oh, qué lástima. Siento que se haya arruinado tu cita soñada con Ben. —dijo, en un tono sarcástico.

— Si, imagino cuanto lo sientes, Nicholas. —Suspiré— ¿Esto fue a propósito, cierto? Tú lo planeaste.

— ¿Qué dices, Charlie? ¡No fue mi culpa! —exclamó— Te he dicho cientos de veces que debemos cambiar la cerradura porque no funciona correctamente. Deja de creerte el centro del mundo, porque ¡oh, sorpresa! no-lo-eres.

— ¡Vete a la mierda, Nicholas! Lo único que sabes hacer es arruinar los momentos felices de los demás.

— ¡Pues vete de mi puto apartamento si tan infeliz eres aquí!

— ¡Si tan solo pudiera abrir la puerta! — grité, y me dirigí a mi cuarto. Cerré la puerta tan fuerte que el ruido retumbo por toda la casa.
Odiaba el hecho de tener que cancelar mi cita con Ben, y sé que puede parecer algo exagerado pero todo esto... me desbordaba. Solo quería una noche donde pueda olvidarme de todo el caos que esta siendo mi vida últimamente: la universidad, mi familia, las mentiras, Nicholas, Ben. Era un conjunto de cosas que no me hacía bien mentalmente, y no era lo suficientemente fuerte para esto.

Llamé a Ben e intenté explicarle de la mejor forma porque no podríamos salir hoy pero no se lo tomó bien. Tuvimos una intensa discusión de cuarenta minutos, en la que él afirmaba que solo lo usaba y que con Nicholas iba a estar mucho mejor. Fue inevitable que las lágrimas cayeran por mi rostro, porque estaba seguro de lo que sentía por él, pero él no se sentía seguro conmigo. ¿Cómo podía formar una pareja sin confianza? Es un requisito básico para que la relación funcione, y la nuestra no funcionaba, por más que quisiera.

Luego de otro rato de lágrimas y algunos insultos a la nada, decidí salir de mi habitación para tomar un vaso de agua, "debes hidratarte si no quieres que te duela la cabeza luego de llorar toda la noche" me recomendó Elle una vez y jamás se me olvidó.
En cuanto llegue al living, pude ver a Nicholas con un destornillador en su mano.

— ¿Qué haces? —pregunté, aunque era obvia la respuesta.

— Intento arreglar esto, pero no estoy teniendo mucho éxito. —Respondió, mientras intentaba hacer no-se-qué con las pocas herramientas que tenía.

— Esta bien. Sé qué el mundo no gira a mi alrededor, pero por mi parte, no tienes que hacerlo. Mañana temprano llamaremos a alguien para que lo arregle.

— Oh, genial, porque ya no sabía que nuevo movimiento inventar para que esto funcione. —Sonreí, triste— Charlie, en serio no fue a propósito.

— Lo sé, Nick. Solo... soy yo. Están pasando tantas cosas que vi una oportunidad para explotar y tú te llevaste la peor parte. —Algunas tontas lagrimas salían de mis ojos mientras mi voz se entrecortaba. — Lo siento.

— Dios, Char... — se acercó a mí, y me abrazo. Fue la primera vez que sentía su cuerpo tan cerca, tan pegado al mío. — Esta bien, si necesitas disparar, estoy dispuesto a ser tu campo de tiro. No te preocupes, nada de lo que digas puede afectarme tanto, en serio. —Lo miré a los ojos y se sentía extraña la manera en la que podía notar que cada una de sus palabras eran sinceras.
¿Qué es lo que pasa por la mente de Nicholas Nelson?, ¿cómo alguien puede ser tan estúpido y genial a la vez?.

rommies - Nick x Charlie - HEARTSTOPPERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora