˗ˏˋ ★ 𝟮𝟲 - 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗺𝗲 ★ ˎˊ˗

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Llegue al departamento cerca de las 8:00 de la mañana. Luego de entrar y cerrar la puerta corrí a la habitación donde encontré a Nicole durmiendo acurrucada con ambos gatos a su lado.

Al acercarme para besarle la frente note no una, sino varias heridas, de cigarrillos en sus brazos, y no solo eso, también tenía rasguños y uñas marcadas.

La bronca que me entró era completamente impresionante, así que para bajar los humos aunque sea por un momento, me metí a bañar. Una vez que volví al cuarto, ella ya estaba despierta, se había sentado y me observaba mientras se refregaba el ojo derecho.

— No te escuchamos — dijo la ojiverde refiriéndose a ella y a los gatos — me hubieses despertado

Me acerqué intentando no sonar molesto.

No me dijiste que te había lastimado tanto — me despeiné los rulos — ¿vos te viste los brazos?

Pero no me duele matu — se excusó tapándolas con las sábanas — no es para tanto

Estás marcada entera, no me digas que no es para tanto — sostuve sintiendo una mezcla de enojo con preocupación

¿Podemos hablar de esto en un ratito? — abrió los brazos para que la abrazara — vení

Me abalancé sobre su cuerpo sintiendo su piel cálida y su aroma dulce. Ella me besó los labios mientras me envolvía con los brazos.

Tengo mucha bronca hadita — me acosté en su pecho sintiendo sus latidos acelerados — pero esta bien, lo hablamos cuando nos despertemos enseguida

Yo se, y tenes razones para estar enojado — susurró, acariciando mi espalda desnuda — te extrañe mucho

Te extrañe mucho más preciosa

¿Fue un viaje agotador? — indagó comenzando a jugar con mis rulos

Demasiado — conteste recordando el cansancio y el estrés de ir a tantos lugares en tan poco tiempo — pero no sabes lo lindo que se sintió llegar y que me estuvieses esperando

¿Si te hizo sentir feliz verme acá? — indagó Nicole, dedicándome una sonrisa tímida

— Obvio preciosa y podes quedarte el tiempo que quieras — exclame dejándole un corto beso en la clavícula

¿No molesto? — dudó, arqueando una ceja

— Jamás, sos bienvenida hasta a quedarte toda la vida, pero no creo que te dé para tanto — bromeé

Ey — tironeo levemente mi pelo — dormite dale

Si, ya me duermo — me quejé

Me acomode al lado de la morocha y puse mi brazo por debajo de su cabeza para que durmiera apoyada ahí.

— Escúchame linda, antes de que te duermas — acaricie su rostro fijando la vista en los grandes ojos verdes que me miraban atentos — siempre que necesites algo, lo que sea no importa si es bueno o malo, llámame y te puedo dar una mano, ayer se me complicó un poco por la distancia pero siempre que estemos cerca podes recurrir a mi, y si no lo estamos voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para defenderte

— Tenías razón con eso de que ibas a ser mi soldado — Nicole me observaba atenta dedicándome una leve sonrisa

— Y también en que le voy a romper la cabeza a cualquiera que se meta con vos — la agarre del mentón mirándola fijamente — a mi mamá no, obviamente, pero si puedo dejarle algunas cosas claras para que no vuelva a hacer lo que hizo

Porqué si no vas a tener que llevarme con vos a cada viaje que tengas — bromeó acercándose y subiendo una de su piernas sobre mi cadera

Me reí posando mis manos en su cadera para atraerla aún más.

No se me había ocurrido esa solución, la verdad que es buenísima — me quede pensando, en silencio, por unos segundos — ¿a vos te gustaría hacerlo?

La mire sonreír ampliamente ante mi pregunta.

— A mi me encantaría realmente — contestó, emocionada

Y a tu novio el gorreado le decimos que te contrate como mi corista, si total cantas hermoso, y él es tan pelotudo que se lo va a creer — le propuse, esperando escuchar un si de su parte — ¿aceptas?

Acepto

Contento, la besé provocando que se riera. Luego de eso, charlamos un poco más, y cuando los bostezos comenzaron a aparecer, decidimos dormir.

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lo nuestro con Juliana ahora es personal

𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora