— Extrañaba mucho verte reír — dijo Mateo una vez que estábamos afuera de la casa de su mamá — extrañaba a mi mejor amiga
Nunca me había dicho tantas veces así. Supongo que intentaba marcar ese límite y dejármelo claro.
— Tengo miedo en este momento, aunque no parezca tu hermano se pone loquito si no le hago caso — exclame nerviosa y el rapero frunció el ceño — pero tranqui, siempre me defiendo y le hago frente, pero igual me asusta que un día me dé una piña por hacerme la valiente
— ¿Te ha pegado antes? — dudó serio y se le marcó una pequeña vena en la frente — boluda, decime que no porque armo manso quilombo y encima le rompo la jeta
— De pegarme, pegarme no — aclare mientras que lo agarraba con fuerza de la muñeca — solo me agarra así y a mi me duele un poquito, pero igual después se pasa
Creo que jamás voy a olvidar la bronca con la que Mateo me miró antes de bajarse del auto pegando un portazo y que yo lo siguiera como una tarada.
Al ingresar a la casa, no vi ninguna pelea, pero vi a Matías parado con la boca sangrando.
— ¿Donde bosta te habías metido y porqué no me respondes el teléfono? — me agarró del brazo con fuerza y me atrajo hacia el— hace más de tres horas que...
— No la toques — el otro golpe de Mateo, esta vez en mi presencia, vino en ese momento interrumpiéndolo — que ni te vea haciendo eso de vuelta porque me voy a olvidar que sos mi hermano
— ¿Qué le dijiste Nicole? — dudó — este wachin tiene problemas de ira
— Vos sos el que los tiene y te voy a romper la cabeza hasta que te calmes — el cantante lo amenazo
— Me preguntó si me pegabas y yo le dije que... que... me agarrabas así fuerte y que a mi me dolía
Recién en ese momento me soltó.
— Yo... no sabía que te dolía, perdón — hablo bajando la cabeza
— ¿Que no vas a saber? la concha de tu madre — replicó Mateo mientras me agarraba y me escondía detrás de él — sos más grande en tamaño y por ende más fuerte que ella, no se que clase de problema mental tenes
— Ya le pegaste mucho, ¿no te parece? — susurre para que solo el cantante me escuchara
— Le voy a pegar por cada vez que te lo hizo — subió y bajo los hombros
Matías río observándonos y, sin decir nada, subió las escaleras.
— Gracias por hacerme el aguante boludo, a mi me agota defenderme sola
— Búscame siempre que lo necesites — sonrió y yo me hice pis encima — no importa en qué momento ni nada, solo llámame y yo estoy
Y lo abrace. Fuerte, y como debí haberlo hecho la primera vez que lo vi hace días.
— Te quiero Mateo — susurre y él apretó el agarre — te quiero con toda mi alma
— Yo te quiero mucho más — respondió — chinchulín
Mi risa hizo eco en todo el salón y el morocho me imitó mientras nos soltábamos.
— Chinchulín — dije entre carcajadas — sos la única persona que me dice así
— Porque la primera vez que te vi me peleaste por un chinchulín y creo ser la única persona a la que se lo hiciste — asentí a la vez que me tapaba la boca para apaciguar el ruido que estaba haciendo
— Encima después me enteré de que íbamos a la misma escuela y me quería matar — objete sintiendo que las mejillas me ardían
— Fue gracioso realmente — sonrió — la loca ni me conocía y me peleaba por la comida
— Y a partir de ese día siempre te burlaste de mi diciéndome chinchulín
— Sos mi chinchulín — amagó para hacerme cosquillas y me aleje
— Basta turro — corrí y me acerqué a las escaleras — me voy a bañar, te veo en un rato
El morocho se despidió moviendo la mano de un lado a otro y yo subí tratando de ignorar el hecho de que arriba también se encontraba mi pareja y estaba más enojado que nunca.
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yo sería la q pelea por la comida 💋
