Ya habían pasado casi dos meses desde que habíamos llegado a Argentina. Con Matías cumplíamos nuestro cuarto año juntos así que él organizó algo sorpresa, regalándome para que usara, un vestido largo negro de brillos y zapatos que combinaban con ese atuendo.
— Que hermosa te ves mi amor — exclamo mi pareja mientras se abotonaba la camisa
— Me siento súper incomoda con esto Mati — dije dando vueltas para mirar cada detalle — y me duelen un poco los pies
— Nunca te puedo complacer boluda, de todo te quejas — su tono de voz a uno notablemente molesto — haceme el gran favor de usarlo, me salió más caro que el orto como para que ahora me hagas una escena y no te lo quieras poner
Suspire observando mi reflejo en el espejo de la habitación.
— Quiero terminar Matías, estoy cansada de que me trates como si fuese un accesorio con el que te ves bonito — objete dando media vuelta para cruzar miradas con el morocho
— Se hace tarde para la reserva del restaurante, no la quiero perder — ignoro lo que le dije y se encaminó a la puerta
— ¿Ves, boludo? — preguntéacercándome a él y agarrándolo de la muñeca para detenerlo — nunca le prestas atención a lo que te digo ni a las cosas que siento
Exhaló y se volteó, mirándome de arriba a abajo
— Te escucho entonces
— No soy feliz en esta relación Matias, y vos lo sabes muy bien — mire mis pies algo nerviosa — tampoco quiero volver a España, me quiero quedar acá y traer todas mis cosas
— Mateo tiene la culpa de todo esto, me jurabas amor eterno antes de llegar acá y ahora salís con que no sos feliz a mi lado, seguramente te lleno la cabeza para alejarte de mi
— El único culpable de todo esto sos vos, y tu obsesión por hacer de mi alguien que podes llevar y traer para aparentar que somos una pareja perfecta — suspire harta
— Prometo no hacerlo más — me agarro de las manos y las apretó — te juro que voy a cambiar nicki
— ¿Cuántas veces me has prometido eso? dos o tres veces? — lo solté — estoy cansada de tus promesas que nunca se cumplen
— Usemos la cena para arreglar todo, una oportunidad más te pido, solo una
Lo miré y tragó saliva.
— No quiero tirar cuatro años a la basura por algo que puede solucionarse amor
— Solo una más, lo volves a hacer y no me ves más
— Te espero abajo — me besó en la mejilla y sonrió
— Tengo que darle algo a Mateo — aclare agarrando mi cartera y una caja que tenía guardada hace bastante — ya bajo en un rato
Matías asintió con la cabeza sin omitir ninguna respuesta. Luego de que él salió, yo me crucé a la habitación del rapero.
— ¿Puedo pasar matu?
Se escuchó el destrabe de la puerta y segundos después apareció el cantante con el tren superior desnudo y pantalones largos.
— ¿Ya se arregló la parejita feliz? — indagó con notable malestar en el tono de su voz
— ¿Estás de mal humor hoy? — me acerque con los brazos detrás de la espalda — ¿qué pasó?
— Me ignoraste todo el día, por Matias — aclaró acostándose en la cama y poniendo sus manos abajo de la nuca — me hiciste sentir igual de mal que cuando te fuiste
— Perdón, no fue mi intención hacerlo — puse la caja, con envoltura de Boca Juniors, a la altura de mi abdomen — te traje algo, tómalo como una disculpa
Agache el torso, olvidando el escote del vestido, que Mateo observó sin ningún tipo de disimulo por unos segundos hasta que decidió correr la cara y no mirarme más.
— Que vergüenza boludo, te mostré todas las tetas, perdón — deje el regalo sobre la cama y me giré para ir hacia la puerta
— ¿Qué es? — preguntó Mateo, ya no tan molesto — no hace ruido cuando lo agito
— Abrilo — volteé lentamente y vi a Mateo moviendo el regalo con fuerza. Una vez que lo tenía en sus manos, le expliqué — hace un tiempo fui a Estados Unidos, con Matias
— Ese último fue un dato innecesario, morocha — me interrumpió groseramente
— Morocha — rodee los ojos y continúe — hicimos una experiencia re exclusiva de Messi que contenía conocerlo, solo para que pudiese firmarme una camiseta del Inter de Miami para vos porque sé que te gusta
Mateo se levantó lentamente de la cama con la camiseta entre las manos y me miró sin expresión alguna.
— Se que es una boludez seguro porque vos podrías conocerlo tranquilamente y pedirle que te firme una pero en ese momento me pareció un buen detalle
Sus brazos me rodearon y su olor penetro en mis fosas nasales.
— El hecho de que hayas hecho todo eso solo por conseguir esa firma le da muchísima importancia a este regalo — bajo una de sus manos lentamente por mi espalda — te lo agradezco un montón
— Fue un placer — lo miré provocando que sonriera
Escondió su cara en mi cuello y susurró algunas cosas que apenas distinguí, aunque una si me quedó muy patente
— Un placer sería arrancarme esto que siento porque no lo aguanto más
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ESTO NO ES NADA, LOS CAPÍTULOS Q SE VIENEN SON 🫦🫦🫦🫦
FOTO Q PUSE ARRIBA Y Q NO SE VE PQ WATTPAD ME ANDA COMO LA MIERDAAA
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