maratón 4/4
— ¿Que vamos a ver? — le preguntó Nicki a mi mamá mientras se acomodaba entre Matías y yo
— Una de romance así trágico para llorar a moco tendido — propuse mirando la reacción de la ojiverde, quien sonrió emocionada
— Opino lo mismo — contestó ella
— A mi no me gustan pero se que a vos si — murmuré bien cerca del oído de la femenina — aguantaría esa tortura por vos
Nicole susurró un basta y yo negué sonriendo. Disfrutaba molestarla.
Hacia dos semanas había pasado lo de la exposición en Phuyu, y desde ese día no habíamos dejado de enviarle indirectas al otro, ya fuese con miradas, roces "accidentales" o comentarios como el que el yo acababa de decirle. Cabe aclarar que yo no había empezado con eso, lo había hecho ella.
Creo que ya es más que obvio todo lo que está pasando, solo que ninguno de los dos se atreve a dar el primer paso.
— Yo prefiero las de acción, veámos algo que nos guste a todos no solo a una persona — agregó Matías
Rodeé los ojos, presionando uno de mis dedos contra la pierna la morocha que entraba en contacto con mi cuerpo.
— Quédate quietito — me pidió en voz baja pero tratando de sonar amenazante
— Vos disfrutas verme nervioso y yo también disfruto viéndote así — repliqué — sé que no te olvidaste de nada de lo que me dijiste esa vez, solo que te haces la boluda
— Cállate — sus grandes ojos verdes me miraron de reojo tratando de conseguir que me callara de una vez
— ¿Quién tiene miedo ahora?
— Mateo, basta — nicki se movió un poco para alejarse pero la detuve tirando de su pelo
— Que aburrida que sos hadita — chasquee la lengua — antes eras chévere
Para cuando dejamos de hablar ya habían elegido una película y no era de romance precisamente, así iba a poder molestar aún más a Nicole.
— Tu novio no tuvo en cuenta lo que te gusta, ¿siempre es así?
La ojiverde bufó pero no me respondió.
— Estás más intenso de lo normal, relájate — acotó mirando al frente
— Me pegó el porro nada más
— ¿Fumaste acá adentro? — indagó recibiendo una respuesta negativa de mi parte
— Tenía que fumar un poco para aguantar esto — me recoste en el sillón — las noches de película son una tortura para mi
— Concéntrate — me pidió
— Apóyate en mi hombro y lo intento
— Queres ver el mundo arder — dijo mordiendo su labio inferior levemente
Hija de puta, ¿porque sos así?
— Por favor — arrastre las palabras
— Mateo, silencio — mamá me llamo la atención y Nicole rió
Luego, recostó su cabeza en mi hombro izquierdo y mi corazón empezó a latir rápidamente
— ¿Tienen hambre? — indagó mi progenitora mientras ponía en pausa la película
Todos asentimos.
— Mateo puede venir conmigo a buscar las papitas que compramos — propuso la morocha
Cuando nos levantamos del sillón Matias nos estaba mirando. Fijo. Cómo si estuviese analizando cada uno de nuestros gestos buscando uno que nos delatara.
Camino a la cocina, yo iba sonriendo como si hubiese ganado alguna clase de batalla.
— Matías nos estuvo mirando — dijo nicki
— Mejor que se dé cuenta ahora y no cuando le robe a la mujer
— ¿Que se de cuenta de que cosa? — abrió la puerta de la alacena donde estaban las papas pero no las alcanzó
— De que su novia está loca por mi — me puse detrás de ella y levante el brazo para alcanzarlas —y no se si sea algo sexual solamente — trague saliva pegando mi cara a su cuello — ¿queres averiguarlo?
— N... no — tartamudeo — quizás es solo algo momentáneo
Chasquee la lengua a la vez que separaba mi cuerpo del suyo.
— Una lástima morocha, te hubiese encantado realmente
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con este capítulo grité 🫦🫦
