˗ˏˋ ★ 𝟯𝟭- 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗼 𝘁𝗿𝗮𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 ★ ˎˊ˗

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Nicole:

Mi piel ardía bajo las caricias de Mateo, como si cada toque fuese una chispa que alimentaba la llama de deseo que tenía en mi interior. No sabía si era el alcohol que habíamos ingerido en el restaurante, o las miradas, o tal vez solo había sido culpa de pasar toda la tarde bajo el sol.

Sus labios recorrían mi cuello con extremo cuidado de no dejar ningún sitio sin besar, como si no lo hubiese hecho ya mil veces.

Mateo, por favor — le supliqué para que de una vez por todas pasáramos al paso de sacarnos la ropa

— Shh — puso su mano sobre mi boca mientras bajaba hacia mi pecho — vamos a hacerlo a mi modo esta vez

Asentí con la cabeza, sonriendo. Estaba disfrutando verdaderamente de esto.

Subió a mis labios, besándome con una pasión que me erizaba la piel, su lengua exploraba mi boca mientras sus manos me tocaban por sobre el vestido. En un movimiento rápido, me giró para que le diera la espalda, y así pudiese bajar el cierre lentamente hasta lograr que la prenda cayera al suelo.

Ya desnuda ante él, y en esa posición, me sentí completamente expuesta. Pero aún así lo disfruté.

Sentí el contacto de su cuerpo desnudo presionando el mío, y momentos después, como me besaba el cuello, los hombros, y luego, suavemente, rodeaba mi cintura con su mano y la deslizaba por mi abdomen, hacia abajo.

Mateo, la puta madre — supliqué

— ¿Qué es lo que queres, Nicole? indago jugando con sus dedos debajo de mi ombligo — decimelo

— Quiero que me toques... — trague saliva — por favor

— ¿Te acordas que hace un montón vos me dijiste que en algún momento me ibas a contar las cosas que pensabas sobre mi? — dudó y yo asentí — bueno mami, el momento es ahora

¿Por?

Porque este va a ser el mejor polvo de tu vida, hadita, y necesito saber si tener algún pedido especial — susurró en mi oído — alguna fantasía o fetiche que quizás queres cumplir

No puedo negar que me intimidé y no sabía que decir.

Yo... en esos momentos, pensaba en que si serías capaz de hacerme sentir cosas que no había sentido antes — sostuve sintiendo como mi pecho subía y bajaba acelerado — o que tan profundo era tu deseo de poseerme

¿Te interesa saber que tantas ganas tengo de hacerlo? — su respiración exaltada y su tono al hablarme me hacía sentir ansiosa — pero primero necesito saber que cosas te gustan, y cuales no

Yo... no sé, nunca probé nada diferente más allá de tomar la iniciativa cuando las cosas no se hacían rápido

Me giró para que quedáramos cara a cara, apoyando mi espalda en la pared.

Bueno, te explico — miró mi cuerpo y lentamente subió la vista a mis ojos — a mi me encanta el masoquismo y el sadomasoquismo, ya sabes, desde tirones de pelo, azotes, o inmovilización hasta ejercer el control sobre la otra persona, y castigarla — se quedó en silencio observándome fijamente — pero no creo que seas de esas a las que les puede gustar...

Ni siquiera lo pensé antes de aceptar. La idea de hacer algo nuevo me intrigaba. Al escuchar mi respuesta afirmativa, me agarro y tiró a la cama.

— Si queres que pare, o si algo no te gusta, solo tenes que decirlo — agarró uno de los pañuelos que solía ponerse en el pelo — igualmente te voy a tratar con cuidado, al principio

Me gusta lo brusco — confesé sintiendo que mi cara ardía tanto como el resto de mi cuerpo — no te preocupes por la fuerza

Asintió con la cabeza atando mis manos.

— Listo, entonces princesa, empezamos

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con la descripción d Mateo dejo lo demás a su imaginación 🫦

𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora