˗ˏˋ ★ 𝟯𝟲 - ¿𝗵𝗶𝗰𝗲 𝗺𝗮𝗹? ★ ˎˊ˗

350 40 47
                                    

Al abrir la puerta del departamento, me encontré con Nicole sentada en el sofá, rodeada de Lina y Pac. Estaba riendo y jugando con ellos, y por un momento, olvidé el dolor y la ira que sentía. Solo la miré, sintiendo una mezcla de amor y culpa.

Me acerqué a ella, tratando de no hacer ruido, pero los gatos me vieron y corrieron hacia mí, maullando. Nicole se dio vuelta y me vio, y su expresión cambió de inmediato.

— Matu, ¿qué te pasó? — preguntó, levantándose del sofá y acercándose a mí con una gran expresión de preocupación.

Solo tenía unos cuantos golpes rojos en el rostro, pero sabía que pronto se convertirían en moretones. Me sentí avergonzado y culpable, no quería que ella me viera así.

Me peleé con Matías — dije finalmente, tratando de sonar indiferente.

— ¿Qué pasó? — dudó analizándo las heridas — ¿por qué se pelearon?

Me debatí entre contarle la verdad o no. Quería decirle que Matías había dicho que ella planeaba una familia con él, pero no podía. No podía sacar un tema que ni siquiera sabía si ella quería hablar conmigo.

Por lo que te hizo a vos ma, no podía dejarlo pasar así como así

La ojiverde negó con la cabeza mientras agarraba mi muñeca y me guiaba hacia el baño.

— Aunque amo que me defiendas, sabes que no podes irte a las piñas con todo el mundo — me recordó buscando las cosas para limpiar un poco las heridas — tenes una reputación que cuidar mi amor

¿Y dejar que el ande diciendo por todos lados que vos querías que te tocara? — indague tragando saliva

Se quedó inmóvil y me observo con el ceño fruncido

— ¿Qu... Eso te dijo?

Asentí lentamente.

Como no esperas que le rompa la cabeza si anda hablando así de la mujer que amo

Mientras limpiaba mis heridas, Nicole parecía estar procesando toda la información. Su expresión cambiaba de sorpresa a enojo, y pude ver la ira en sus ojos.

— Es un pelotudo —  murmuró, refiriéndose a Matías.

¿Por qué todavía no lo dejas? — le consulte, mirándola a los ojos. Quería saber por qué seguía con mi hermano después de todo lo que había pasado, de todo lo que él le había hecho y también, tratando de confirmar lo que me había dicho.

Ella titubeó, buscando las palabras adecuadas.

— No... no sé — admitió finalmente, mirando hacia abajo.

¿No lo sabes? — insistí, confundido. — ¿que más necesitas que te haga para que te des cuenta de que es una persona de mierda?

Nicole suspiró y se sentó en el borde de la bañera, como si el peso de la conversación fuera demasiado para ella.

— Ojalá fuese así de fácil — me confesó largando una pequeña risa — me asusta afectarte al hacerlo, lo que me pase a mi me da igual, pero vos trabajaste por años para llegar hasta adonde estás, cómo para que después venga yo y lo destruya

Me senté a su lado, tomándola de la mano.

Preciosa, no te preocupes por mí — le dije sonriendo levemente — puedo cuidarme solo, pero lo que me importa es verte feliz, y sabes que con él no lo estás

Ella me miró, con lágrimas en los ojos.

— ¿Y si te lastimo otra vez? — preguntó mirando nuestras manos entrelazadas — ¿y si mi presencia en tu vida te arruina todo lo que has logrado?

La miré fijamente, tratando de transmitirle toda mi sinceridad.

— No me vas a lastimas mami — susurre acariciando su rostro lentamente — al contrario, me haces sentir vivo, y eso es lo que importa

La morocha asintió con la cabeza, y yo pude ver la tensión en su cuerpo disminuir. Luego, sin decir una palabra, nos abrazamos. Fue un abrazo fuerte, apasionado, y lleno de emoción. Nos quedamos así por un momento, abrazados, sin necesidad de palabras. El mundo a nuestro alrededor desapareció, y solo existíamos nosotros dos, rodeados del calor de nuestros cuerpos.

Finalmente, nos separamos del abrazo, y la ojiverde me miró con una sonrisa.

— Bueno... — titubeó observando cada detalle de mi rostro — parece que vas a tener que ir con la cara así a lo del Duko

No queda otra mi amor — exclame volviendo a abrazarla — y si preguntan les voy a decir la verdad, que estaba defendiendo a mi mujer

Me separé y nos miramos, sonriendo. Entonces supe que a pesar de que ahora estábamos pasando por momentos difíciles, no eran más que eso, momentos, desafíos que debíamos asumir y superar juntos.

•──•─•──•✦•──•─•──•

a partir d ahora TODO ES TENSIÓN prepárense

𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora